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La Cámara de Tenerife pide medidas de “estímulo” a las empresas para que se genere empleo

EUROPA PRESS | SANTA CRUZ DE TENERIFE

El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, Ignacio González Martín, afirma que el paro sigue siendo el “gran talón de Aquiles” para la recuperación de la economía canaria porque es un claro reflejo de la “debilidad” del tejido empresarial, de la “anemia” de las administraciones públicas, así como del “fracaso” de las políticas financieras.

A su juicio, el único “muro de contención” que se puede levantar para frenar el deteriorado mercado laboral de las islas tiene que venir de las medidas de “estímulo” a la empresa y a la creación de empresas porque son el “eje” de la dinamización económica y la generación de empleo.

En este sentido, el presidente confía en que la “responsabilidad” de los patronales y los sindicatos para que con consenso, responsabilidad, unidad y rapidez, den “luz verde cuanto antes” a una “imprescindible” reforma del mercado laboral que elimine rigidez adicional a la normativa laboral y flexibilice las relaciones entre empresarios y trabajadores.

De hecho, desde la Cámara se defiende el establecimiento de un contrato único con el fin de simplificar las modalidades de contratos laborales y el sistema de incentivos a la contratación con objeto de facilitar al empresario la creación de empleo y el desarrollo de su actividad, así como por la flexibilidad funcional, geográfica y horaria con mecanismos que propicien la movilidad.

Otro de los aspectos que la Cámara de Comercio considera que la nueva reforma del mercado laboral debe recoger es que los salarios se liguen con la mejora de la productividad y no con la evolución de la inflación, ya que mayores niveles de productividad del trabajo redundan en un PIB más elevado y en nuevos empleos.

González Martín considera también que hay que actuar no sólo en el coste para el empresario cuando finaliza la relación laboral con el trabajador, sino en el “aminoramiento” de los costes permanentes que asume el empresario al contratar a un trabajador, lo que redundaría en un estímulo a la empleabilidad, un aminoramiento de la economía sumergida y una mayor competitividad de las empresas.