Es un escándalo en todos los mentideros de Tenerife. La primera cita entre el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, y el flamante ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, nombrado por Mariano Rajoy, no se celebra en la sede oficial de la Presidencia del Gobierno que, como bien sabe todo el mundo, está ubicada estos cuatro años en Santa Cruz de Tenerife. El asunto no es baladí, hasta el punto de que parece más bien que es Soria quien recibe a Rivero en Las Palmas, y no como debería haber ocurrido, que el ministro se trasladara a Tenerife para que lo recibiera Paulino. Hay muchísimo malestar entre los nacionalistas y en una buena parte de la sociedad tinerfeña. Se empieza por una concesión tan simbólica y vaya usted a saber con qué se acaba. El tema dará que hablar…