SANTIAGO TOSTE | Santa Cruz de Tenerife
“La sensación de déja vu inspirada por las protestas, los derrumbes de la bolsa y del mercado, la inestabilidad política y la sensación general de crisis que impregna la cultura global a principios del siglo XXI”. Christian Viveros-Faunè, comisario de The Second Seating for the Last Supper (La Segunda Sentada para la Última Cena) describe de ese modo la propuesta que plantea esta exposición colectiva se puede visitar hasta finales de mes en la Galería Leyendecker de Santa Cruz de Tenerife. Una muestra que reúne obra de nueve creadores: Richard Mosse, Ángel Otero, Jorge Tacla, Brian Duggan, Chris Verene, Alighiero e Boetti, William Powhida, Gianfranco Foschino y Martin Kippenberger.
The Second Seating for the Last Supper se llama una canción compuesta a mediados de los 70 por los británicos 10cc, y con este nombre el proyecto artístico que se plasma en las paredes de Leyendecker busca subrayar, según su comisario, “la necesidad de incrementar el factor de riesgo artístico y la perspicacia para enfrentarse con el carácter obsoleto de ciertos fenómenos culturales urgentes”.
El propio Viveros-Faunè, junto a cuatro de los artistas de esta colectiva, Duggan, Mosse, Tacla y Powhida, participaron en 2011 en la Bienal de Dublín (Irlanda). En todo caso, ellos, junto al resto de creadores, comparten una similar inquietud por acercar su experiencia en el mundo del arte con la realidad más cotidiana, “aquella que conoce de especulación, guerra, pobreza y crisis”.
Kippenberger
Y en este sentido, cabría mencionar, por ejemplo al alemán Martin Kippenberger (1953-1997) -que regresa una vez más a Leyendecker-, y cuya obra Podría prestarte algo, pero con ello no te haría ningún favor, que recoge una imagen de Picasso, sirve de pórtico de entrada a la muestra.
Pero como ponen de relieve en la galería de arte, The Second Seating for the Last Supper se detiene en otra reflexión que lo mismo vale para echar una mirada al pasado como para recorrer el paisaje de nuestro tiempo: “La tendencia que tienen las crisis a tornarse milenarias. Y en estas fechas, claro, más que nunca”.
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Lo real, presente y sublimado
La exposición que propone estos días la Galería Leyendecker se abre con la ya célebre obra de Martin Kippenberger Podría prestarte algo, pero con ello no te haría ningún favor. Todos los artistas que se dan cita en ella convergen, desde perspectivas a menudo completamente dispares, en un mismo interés por acercarse a lo cotidiano, a ámbitos donde la estética formula un discurso cargado de contenido social. Ejemplo de ello son también las obras de Ángel Otero y Richard Mosse, Sin título y Come Out II, respectivamente.
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