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Pinocho danza

Gepetto y Pinocho reviven sus aventuras en un mundo muy actual. | FRAN PALLERO

SANTIAGO TOSTE | Santa Cruz de Tenerife

“Es un acercamiento contemporáneo a una historia clásica y, como intérprete, es lo más parecido a actuar en directo dentro de una película sobre las tablas de un teatro”. La bailarina Linn Johansson definió de esa manera, Pinocchio del siglo XXI, una propuesta escénica que se instaló ayer en el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña, donde permanecerá hasta el domingo.

Johansson, que encarna al personaje salido de la mente del escritor Carlo Collodi en 1882, comparte escenario con Rudy Alvarado -quien entre otros roles asume el de Gepetto, padre de la marioneta que se hace niño- en un montaje que pone al día este clásico. Y para ello se vale de la danza contemporánea, el hip hop y hasta las acrobacias.

Pero además, una de los aspectos que mejor definen a Pinocchio del siglo XXI tiene que ver con su puesta en escena. La historia transcurre en un mundo plagado de fantasía que se articula, en gran medida, merced a la interacción con personajes virtuales y escenografías proyectadas sobre dos pantallas (una frontal y transparente, a modo de cuarta pared, y la segunda, al fondo del escenario). De ese modo, y según explicaron ayer los impulsores de esta propuesta, “a través del motion capture, técnica digital de animación de personajes en tres dimensiones, pero sin renunciar al encanto estético del teatro romántico, el montaje transporta la historia de Pinocho a la vida cotidiana de los niños de hoy”.

La escenografía es uno de los aspectos más notables del montaje. | F.P.

Lo didáctico

“Todo el relato está en clave muy actual”, detalló Rudy Alvarado. “Así, por ejemplo -continuó el actor y bailarín-, interpreto a un Gepetto que también es un artista muy implicado en el reciclaje y las energías renovables; a un policía rudo e inflexible y a un mafioso que nos coloca ante esas adicciones a las que nos enfrenta la vida de hoy”. “De manera que en Pinocchio del siglo XXI, además de el entretenimiento, también se da un aspecto educativo, didáctico”, apostilló.

El montaje que llega al Guimerá es un proyecto que han gestado Roseland Musical, una compañía de danza y teatro cuyos espectáculos se dirigen de forma preferente al público infantil, y Urano, una productora que trabaja con las últimas tecnologías de la imagen y cuyas escenografías han podido contemplarse, por ejemplo, en diversos proyectos de La Fura dels Baus. Franc Aleu (Urano) se ha encargado de la dirección artística audiovisual, mientras que Marta Almirall (Roseland Musical) de la dirección artística y coreográfica. El compositor José Manuel Pagán es el autor de la música.

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Las funciones

wCon precios de 8, 10 y 12 euros, las entradas se pueden adquirir hasta el viernes en el propio Teatro Guimerá de 11.00 a 13.00 y de 18.00 a 20.00 horas, o llamando al número de teléfono 902-364-603. El domingo se ponen a la venta en taquilla desde dos horas antes del espectáculo. Otra opción es comprarlas en www.generaltickets.com. Hoy habrá dos funciones (18.00 y 20.00 horas); el viernes, una (18.00 horas), y el domingo, tres (12.00, 17.00 y 19.00 horas).

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