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Rapa Nui, supervivencia extrema

Imágenes como estas se pueden observar en la carpa donde está instalada la exposición con carácter permanente. / DA

NORBERTO CHIJEB | Güímar

Pirámides de Güímar acoge desde ayer la primera exposición permanente de la Isla de Pascua (Rapa Nui) aprobada por la Unesco fuera de su hábitat natural y que recoge fielmente la vida y la tragedia experimentada por ese pueblo polinesio.

Una exhibición fue ayer inaugurada, con presencia de Fred. Olsen, propietario de la instalación e impulsor de las Pirámides de Chacona, junto al explorador noruego Thor Heyerdahl, por las alcaldesas accidentales de Pascua y Güímar, Yuriko Westermeier y Carmen Luisa Castro, junto con el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior y el cónsul de Chile en Tenerife, Pedro García Sanjuán.

David Valcárcel, conservador de Pirámides de Güímar, fue el encargado de las presentaciones y el que guió a los invitados por una carpa de quinientos metros cuadrados que recoge con paneles, estatuas e imágenes gráficas y de vídeo, la historia de un pueblo que es hoy patrimonio de la Humanidad.

Ricardo Melchior recordó que “hace catorce años, Heyerdahl y Fred Olsen nos descubrieron con estas Pirámides un mundo interrelacionado entre sí, demostrando que la globalización llegó antes de lo que hubiéramos pensado”, a la vez que les agradeció a Fred Olsen que “abriera los ojos a los tinerfeños para descubrirnos lugares como éste”, en referencia a las conocidas pirámides de Chacona, hoy escenario de una gran y única exposición.

El presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, atendió las explicaciones de Sonia Haoa. / NORCHI

Supervivencia

La exhibición de Rapa Nui o Pascua, antes también llamada Te pito o te henua (el ombligo del mundo), tiene como objetivo dar a conocer una de las historias más sorprendentes y emocionantes del planeta: los logros de una sociedad polinésica, que durante más de un milenio desarrolló una cultura espectacular en la lejana y pequeña Isla de Pascua (Rapa Nui). Doble atención merece, ya que en el proceso, esta sociedad debió enfrentarse a su supervivencia en el más completo aislamiento y en un medio ambiente extremadamente empobrecido, como consecuencia directa de la acción humana, tanto que ha tenido que poner límite a su población, hoy en torno a los cinco mil habitantes, sin contar a los turistas.

La exposición destaca las fascinantes respuestas creadas por una sociedad polinésica para lograr su supervivencia en un ambiente extremadamente empobrecido. Esta sociedad debió enfrentarse al más completo aislamiento -Pascua es la isla más alejada del continente- , por ello nos permite descubrir al ser humano a través de la cotidianeidad de sus labores, herramientas, arte, asentamiento, creencias y organización.

Por todo esto, esta exposición permanente en Pirámides de Güímar sirve de advertencia al presente por la acción destructiva del medio por parte del ser humano, a la vez que nos transporta a una cultura singular.

32.000 yacimientos en una minúscula isla

Pascua apenas tiene 163,6 kilómetros cuadrados (el 8% de Tenerife), con 53 kilómetros de diámetro, alcanzando los 530 metros su mayor pico y su geología tiene carácter volcánico. Pertecene a Chile, de la que se distancia 3.526 Kilómetros.

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La arqueóloga

Sonia Flora Haoa (Isla de Pascua, 1953) estudió Arqueología y Antropología en la Universidad de Chile, realizó prácticas en universidades de Estados Unidos, Francia, Nueva Zelanda o Francia y ha participado en numerosas excavaciones. Es la codirectora de la inspección arqueológica de Pascua, llevando como lema que para “preservar el futuro de la isla hay que resguardar su pasado”. Haoa recordó que “la Isla en sí misma es un museo al aire libre, llena de moáis, sitios ceremoniales, ahu y petroglifos”, pero recomendó una visita al Museo Antropológico Padre Sebastián Englert, con más de 1.500 piezas del legado cultural Rapa Nui.

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