CRISTINA HERNÁNDEZ | Santa Cruz

Muchos dirán que ni locos pagan 36 euros por una simple hamburguesa, pero ya les digo yo que de simple no tiene nada. Si quieren disfrutar de una experiencia gastronómica en toda regla, les sugiero probar esta exquisitez. Uno de los platos estrella del Monkey Beach Club es la hamburguesa de carne de kobe.

Íñigo Almenara, jefe de cocina, la prepara con un poco de foie, trufa, sal y pimienta y recomienda comerla sola: “Una carne de estas características no debe camuflarse con ningún otro alimento que le modifique el sabor, pero es el cliente el que finalmente decide”.

Cualquiera que opte por comerse esta hamburguesa de manera tradicional puede elegir entre una variedad de aderezos: queso cheddar, queso azul, tomate, lechuga, cebolla, pepino o cebolla frita.

Igualmente, puede decidir con qué pan comérsela: pan de focaccia con aceitunas negras, pan polar o el tradicional pan de hamburguesa. Y como toda buena burguer que se precie no podría servirse sin las tradicionales papas fritas y sus salsas correspondientes.

Tengo que decir que me dejé llevar por la recomendación del chef y acerté. El resultado fue saborear una de las carnes más jugosas, suaves y deliciosas que he probado nunca en mi vida.