J. L. CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Colapso y caos. Aunque viene siendo tónica habitual en los últimos años, la situación de los servicios de Urgencias de los hospitales de referencia tinerfeños en la actualidad es “insostenible”. Eso es, al menos, lo que aseguran muchos de los profesionales que ejercen en La Candelaria y el Hospital Universitario de Canarias (HUC), los más perjudicados por el recorte de 50 millones de euros en materia de personal incluido en los Presupuestos para 2012. Según aseguran fuentes sindicales, la no renovación de los contratos eventuales y de sustitución y el aumento de la jornada laboral, está provocando serios “desajustes”, que incluso han hecho que se suspendan algunas operaciones.
Desde Intersindical Canaria (IC) afirman que los recortes de plantilla, el endurecimiento de las condiciones laborales del personal sanitario, el freno a las actividades quirúrgicas y los nuevos retrasos en la conclusión de infraestructuras básicas como los hospitales del Norte y Sur de Tenerife, hacen “que las garantías de una correcta prestación sanitaria hayan disminuido sensiblemente, motivo por el cual las posibilidades de fracasos asistenciales en la sanidad pública, incluso con riesgo vital, se han duplicado”.
En la misma línea se manifiestan desde UGT, donde subrayan que los servicios de Urgencias del HUC y de La Candelaria acusan desde hace varias semanas una “peligrosa saturación” que lleva a la necesidad de ocupar los pasillos de ambos servicios en los que los pacientes “se hacinan”, dificultando sobremanera las acciones del personal sanitario. “Como agravante de la situación, los recortes impuestos por el Gobierno restringen la dotación de personal médico y de enfermería necesario, dándose todas las circunstancias para elevar el riesgo de fracaso asistencial por la sobrecarga laboral”, arguyen en CC.OO.
En la orilla opuesta, la Gerencia del HUC subraya que en los últimos días se está atendiendo a unas 220 personas diarias (la capacidad máxima de Urgencias se sitúa entre las 180 y las 200 al día), una cifra similar a la contabilizada en enero de 2011. Además, en Sanidad niegan rotundamente que haya mermado la calidad asistencial o que se produzcan desatenciones en los hospitales públicos de la Isla.