¿QUÉ FUE DE... RICARDO AVERO?

El piloto canario que posee el récord de triunfos absolutos: 112

Formó parte de los mejores equipos automovilísticos canarios de su época, algunos auténticos Dream Team y con 112 victorias hay muchas historias, pero hay una especial: fue el primer tinerfeño en ganar un rally de asfalto en Gran Canaria. / DA

ÁLVARO DÍAZ | Santa Cruz de Tenerife

Luchador, metódico, rápido y, sobre todo, con mucha clase y unas espectaculares condiciones innatas para la práctica del automovilismo. Ricardo Avero Bacallado (La Laguna, 8 de junio de 1966), retirado hace ya varios años de la competición, es en la actualidad el deportista canario que más victorias absolutas (112, 66 en la isla de Tenerife y 46 fuera de ella) en competiciones automovilísticas posee en su palmarés, tras superar en su día a otro ilustre piloto canario como el palmero Medardo Pérez, que alcanzó los ¡101 triunfos!

Richi Avero fue sumando triunfo tras triunfo a los mandos de varias monturas: Mitsubishi Montero; Mitsubishi Galant VR4; barqueta Lola T 298; Citroën AX 4×4; Citroën Saxo Kit Car, Citroën ZX Kit Car, Citroën Xsara Kit Car y Ferrari 360 Módena GT, entre otras, lo que le convirtió, por derecho propio en todo un referente del deporte canario.

Su primer triunfo lo logró el 29 de septiembre de 1990 al ser el mejor del Rally de Tierra Camel Off Road, con un Mitsubishi Montero, siendo la última en el Rally Norte, celebrado en Tenerife el sábado 10 de mayo de 2008.

Avero no fue precisamente un hijo de papá, todo lo contrario. Junto a la casa de sus padres estaba el taller de mecánica y competición del siempre recordado y maestro de maestros Juan Cruz, donde él ayudaba a entrar y sacar los coches del garaje. Era casi que un punto de reunión de los más intrépidos automovilistas y a donde llegaban vehículos del tipo Ferrari, Aston Martin, Lamborghini, etc. Su afición fue en aumento hasta que un señor mayor, que se había retirado de la competición, le regaló un Seat 127 con barras de competición y el joven Ricardo no se lo pensó dos veces y se enfundó el mono de competición. A pesar de las limitaciones de aquella hoy histórica montura, lo hizo muy bien y dejó encendida la llama de lo que luego sería un gran campeón.

ras los rallies y los slaloms, vivió dentro de la especialidad de montaña un segunda juventud con la inolvidable barqueta Lola T 298. Ahora dirige su propia empresa de compra-venta de automóviles y sigue el motor a través de periódicos y revistas, pues se considera “tradicional” y no descarta compaginar el fútbol 7 que practica con regularidad, con volver a correr con la Lola T 298 que aún posee. / DA

En su dilatada, exitosa y brillante carrera deportiva hubo muchas personas que le ayudaron desinteresadamente, hoy tristemente algunas de ellas ya no están entre nosotros, y que tuvieron la capacidad de ver en Richi Avero el diamante en bruto, que tras ser pulido deportivamente, asombró a propios y extraños dentro y fuera de Canarias.

Tras un paso por las escuelas de conducción que son las competiciones en tierra y demostrar luego en las de asfalto que rápido y seguro y dio el salto al Campeonato de España de Rallies de Asfalto de la mano del siempre recordado equipo Ralliart Islas Canarias, una escuadra que fue todo un orgullo para el deporte del motor del Archipiélago.

En el Nacional, Avero aprendió a ir deprisa en rallies donde nunca había estado, siempre con notas y solo dos pasadas de entrenamiento. En muchas pruebas fue capaz de bajar los tiempos de piloto de la talla del cántabro Chus Puras del año anterior, lo que valió para ganarse a pulso el respeto y la consideración del resto de pilotos y prensa nacionales e internacionales. Luego vendría otra exitosa etapa con la barqueta en la Montaña.