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Juan Carlos Armas y la sociedad civil > José Carlos Alberto Pérez-Andreu

Las cosas van mal. Van mal en el mundo, van mal en Europa y van mal en España. Como no puede ser de otra manera, no van como deberían en Canarias. Por si fuera poco, los analistas de esa entelequia que llaman los mercados, nos cuentan que la cosa va a peor. Pero a la crisis económica que padecemos y a su peor azote, que es el paro, se le une algo (si cabe) aún peor: una crisis emocional. Estamos hundidos anímicamente y sin solución de recuperarnos a corto plazo. El común de los mortales entiende que en estos momentos, no puede hacer nada por sí mismo que ayude a paliar este huracán que nos arrasa. Pero ese pensamiento es incorrecto. Pongamos un ejemplo. El gran Juan Carlos Armas Febles, director de la Gran Gala de Elección de la Reina Adulta de Carnaval de Santa Cruz 2012, es hoy un magnífico exponente de cómo se debe convivir en una crisis para poder superarla. Y no es de otra forma que dando lo mejor de uno mismo a los demás, y exigiendo, con cariño, que los demás den también lo mejor de sí mismos. Lejos de polemizar sobre si el escenario era mejor o peor, o si el espectáculo duró demasiado, yo me quedo con el cómo una ciudad se une en torno a una causa (en este caso el Carnaval) y lucha al unísono para sacarlo, con éxito, adelante. Juan Carlos Armas, fantásticamente designado por el alcalde Bermúdez, ha puesto de manifiesto una realidad que siempre ha existido en Santa Cruz y que nos ha sacado, históricamente, de las crisis, las postguerras y las miserias más crueles; y que no es otra cosa que nuestra sociedad civil. Nuestro Carnaval es un ejemplo maravilloso para fijarse, si es que queremos saber hasta dónde somos capaces de ayudarnos entre nosotros cuando los tiempos son terribles. Sin dinero, sin recursos y con mil problemas en casa, nos unimos y lo damos todo con amor y más ganas que en cualquier tiempo de riqueza. Juntos. Cuando los mercados fallan, cuando ha habido hecatombes políticas a cualquier nivel y, en definitiva, cuando esta ciudad lo ha necesitado, cada uno de los grupos de personas que habitan Santa Cruz, unidos entre ellos, se han puesto ha trabajar y a prestarse ayuda entre sí. Y esa, es la respuesta de lo que llamamos sociedad civil. Y engloba desde asociaciones del Carnaval y de vecinos, hasta clubes, círculos, casinos, ONGs, colegios profesionales, sindicatos, organizaciones deportivas o tantas otras que funcionan al margen de las estructuras conocidas (tradicionalmente) como gubernamentales. Lo comentaba la semana pasada en La Linterna de la Cadena COPE con el gran periodista de DIARIO DE AVISOS, y mejor persona, Tinerfe Fumero: quizás hemos descuidado nuestra sociedad civil en estos últimos años de bonanza económica, acomodándonos demasiado. Tanto, que nos hemos dormido en los laureles, muy lejos de ser conscientes de que las vacas flacas siempre vuelven. Y lo cierto es que han regresado pillándonos en pelota picada. Esta mimada generación, de la que formo parte, se tiene que resetear y entender que lo que ha transitado hasta hoy no es la vida, sino un espejismo. Ahí es nada.

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