ADECCO LEB ORO > JORNADA 22

La Copa trajo resaca

JOSÉ ANTONIO FELIPE | La Laguna

Nico Richotti entre a canasta en el encuentro de ayer ante la mirada de Donaldson. / FRAN PALLERO

El baloncesto es un deporte absolutamente apasionante porque, casi sin darte cuenta, todo puede cambiar en un instante. Cuando es a favor, llegas a arrancarte la camiseta como hizo ayer Shane Lawal al anotar la canasta decisiva del partido. Cuando toca que sea en contra, la cara de tonto que se te queda es ciertamente importante. El Iberostar Canarias cayó ayer por 81-83 frente a un Knet & Éniac serio, compacto y que acababa de aterrizar en la Isla un par de horas antes del partido. Así es la Adecco Oro y así es el baloncesto.

Habría que empezar por el final para entender el duelo de ayer. Con 1,2 segundos y 81-79 en el electrónico, Sasa Zagorac disfruta de dos tiros libres a su favor. El balcánico anota ambos. Ricardo Guillén saca desde fondo, la pelota acaba en las manos del propio Zagorac que deja una bandeja que se sale del aro. Con todo el Santiago Martín con el alma en vilo aparece Lawal para matar el aro local. Protestas, quejas y decisión arbitral discutida: la canasta es legal. Todo resultó tan apretado que es complicado emitir un veredicto, pero desde la zona de prensa parecía válida.

Hasta ese momento de infarto el Canarias no había logrado mostrarse cómodo en el partido. La vuelta a las canchas de Levi Rost lo destacaron como uno de los mejores hombres del primer cuarto. El norteamericano anotó dos triples para poner el 19-11 en el marcador y solo una canasta de Galarreta y otra de Zagorac situaban al CB Clavijo cerca en el electrónico. Con 24-19 terminó el primer parcial. El partido era raro. Muy raro.

Mat Witt apareció en el segundo cuarto para los suyos. Este anotador compulsivo mantuvo ayer a los suyos a flote en el segundo cuarto cuando más apretaba el Canarias.

Él puso el 35-32 en el electrónico que obligó a Alejandro Martínez a pedir un tiempo tras el que su equipo logró un parcial de 10-6 algo tranquilizador. Al descanso, Richi Guillén valoraba -1, algo tremendamente inusual viniendo del jugador más determinante de toda la Adecco Oro.

El paso por los vestuarios trajo a un Witt desbocado autor de 10 de los 21 tantos de su equipo. Al Canarias le costaba mucho anotar quizás acusando el cansancio del partido de Copa del Príncipe del pasado martes.

Lo cierto es que el 61-59 del final del tercer cuarto, además de dejar todo en el aire para los últimos diez minutos, certificaba la condición de partido trampa del duelo de ayer.

Al encuentro le quedaban 10 minutos más raros aún que los 30 anteriores. Witt seguía a lo suyo, anota que te anota, Guillén despertaba y los árbitros desesperaban al público con unas decisiones cuanto menos discutibles. Era el ambiente ideal para que el Knet & Éniac la liara en la Hamburguesa.

Una técnica a Fotis Lampropoulos provocó una ventaja visitante de 6 puntos, 63-69, para que los aurinegros tuvieran que apelar al orgullo y a Jakim para igualar en partido y llegar a ponerse dos puntos arriba.

El resto, lo ya conocido. Error garrafal en un saque, jugada polémica y victoria para los de Jesús Sala.