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La directora del FMI dice que es difícil solucionar la crisis porque las autoridades y los bancos fueron demasiado complacientes

EFE | Washington

La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo hoy en una entrevista que es difícil solucionar la crisis en la eurozona porque durante años tanto las autoridades griegas como los bancos fueron demasiado complacientes.

“Durante años Grecia no ha prestado atención a su competitividad y ha sido complaciente”, indicó Lagarde en una entrevista hoy a la cadena de radio pública estadounidense NPR.

La directora del FMI también reprochó a los bancos su complacencia, “porque vieron a la eurozona como una zona de riesgo única y algunos de ellos pensaron que prestar a Alemania o a Grecia era más o menos lo mismo”.

No obstante, Lagarde dijo que “si todas las partes cumplen su papel” las medidas para ayudar a Grecia permitirán que el país europeo pueda operar por sus propios medios y que sanee su situación fiscal.

En este sentido, la directora del FMI subrayó que es necesario que los socios de la eurozona se comprometan a ayudar a Grecia con financiación a largo plazo, mientras que el pueblo griego y el parlamento y gobierno de Atenas deben centrarse en la aplicación de los programas de austeridad y reformas.

El Parlamento aprobó hoy la polémica ley que dispone el recorte de pensiones y salarios, un paso más en el cumplimiento de los requisitos exigidos por la troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y FMI) para la entrega del segundo préstamo por valor de 130.000 millones de euros.

Lagarde no quiso opinar sobre las voces que piden que se considere la salida de Grecia del euro y aseguró que la mayoría en la eurozona apuestan por que continúe en la moneda única y que ponga en marcha sus programas rigurosos para “abrir su economía, flexibilizarla, reformar el mercado laboral y hacer eficiente la recaudación fiscal”.

Asimismo, la responsable de la institución multilateral recordó que muchos países de la UE están convencidos en que debe tomarse el camino del crecimiento, aunque hay un debate sobre si es más adecuado hacerlo a través del gasto público o con reformas estructurales “concretas e inteligentes” que favorezcan que el propio mercado inicie esa mejora.

“Cuando el euro se instauró nadie pensó que un país necesitaría la ayuda del FMI”, indicó Lagarde, que recordó que la creación de una Unión Europea fuerte es un “trabajo en marcha” y un desafío que más que un problema está pensada para ser una solución.