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Los barrios güimareros que han vuelto a nacer al ganar a Costas

NORBERTO CHIJEB | Güímar

Para el litoral de Agache, en Güímar, habrá un antes y después de las sentencias favorables del Tribunal Supremo sobre los recursos que sus vecinos ante la intratable Demarcación de Costas.

Apoyados por el Ayuntamiento, tanto por la exalcaldesa Tita Díaz, del PP, como por Rafael Yanes, del PSOE -cubrieron los gastos de los abogados-, el colectivo vecinal comenzó a plantear recursos en el año 2006 contra la intención de Costas de imponer una demarcación de veinte metros en lugar de los cien que tenían antes de la Ley de Costas de 1988, habiendo demostrado que tanto La Puente-Chimaje como El Tablado, y en breve La Caleta-Punta Prieta, cumplían perfectamente con el requisito que las 2/3 partes de los núcleos estuvieran poblados antes del inicio de la controvertida ley.

La misma que tiene en jaque al pequeño núcleo de Balandra-Los Picos -unas siete viviendas- y sus vecinos de Santa Lucía-Los Barrancos, que además vive en la actualidad con la amenaza de los derrumbes en una cueva natural donde se construyeron una veintena de casas en la década de los ochenta del siglo pasado.

Esa lucha judicial que han traído las sentencias favorables -todavía queda por llegar la de La Caleta-Punta Prieta- y unos mejores servicios en los últimos años en la zona, han hecho olvidar una vieja aspiración de los habitantes de toda Agache, incluida las medianías con El Escobonal, La Medida y Lomo de Mena, la de segregarse de Güímar. Una idea por la que ya lucharon en 1912 y 1934, cuando Agache tenía la mitad del territorio y el treinta por ciento de la población del municipio. La última intentona de segregación surgió hace cuatro años desde la Asociación de Vecinos El Tablado, con el apoyo de algunos vecinos de las medianías, pero no de toda la costa. Incluso en aquella época se habló hasta de montar una federación política para concurrir a las elecciones municipales y así poder “sacar a esta comarca del olvido y la desidia, con el fin de dotar a la zona de los servicios y equipamientos que la población demanda, necesita y merece”, se dijo en aquel momento de una idea embrionaria, siguiendo los parámetros de aquella segregación que se intentó en la Segunda República. Hoy, José García, presidente de la Asociación de Vecinos de La Caleta-Punta Prieta, considera esa idea “desfasada”, porque “ahora todos tratan de adelgazar la administración y no creo que sea cuestión de ampliar ayuntamientos”, señaló uno de los vecinos más comprometidos de la zona, que sigue empecinado en que la costa de Agache “pueda disponer en breve de alcantarillado, de lo contrario vamos a terminar nosotros mismos con nuestro litoral. Necesitamos el alcantarillado, aunque tengamos que pagar una parte”, comentó.

La Caleta-Punta Prieta está pendiente de recibir, como El Tablado y La Puente, la sentencia favorable del TS en su contencioso con Costas. / JAVIER GANIVET

Segregación o no, es evidente que en los núcleos costeros de Agache se respira una aire reivindicativo, tanto que hasta un pequeño barrio de siete casas como Balandra tiene asociación de vecinos.

Precisamente su presidente, Félix Acevedo, es el secretario de FAVA, una federación que aglutina a las nueve asociaciones de vecinos de la costa y las medianías de Agache y que desde hace un año vienen exigiendo medidas al Ayuntamiento y, sobre todo al Cabildo, para la mejora de la carretera que une toda la costa, recordándole además el proyecto que se presentó y no se empezó, en la etapa de Lorenzo Dorta al frente de Carreteras, de unir esa vía de servicios, anexa a la autopista TF-1, hasta el Puertito de Güímar.

Peticiones

A esta demanda se suman la mejora del pavimento de la actual vía, una mejor iluminación en los tramos entre barrio y barrio, así como en las rotondas de la autopista; más contenedores de basura, aunque el servicio es bueno; el mencionado alcantarillado, un mejor transporte público -piden también un taxi compartido- e, incluso, una farmacia.

Cuestión aparte merece la baja cobertura de telefonía móvil, debido a que hace unos meses desaparecieron unas antenas en la autopista y en El Puertito de Güímar. “Algunos vecinos se quejan de las antenas y luego tienen móvil”, afirma José García.

En El Tablado recogimos ayer la denuncia contra una granja de porcinos que se ha instalado muy cerca de allí, en la carretera ubicada en la carretera que va a El Escobonal. Juan Gregorio Bethencourt, presidente del colectivo vecinal, señala que “está produciendo malos olores y la quema de los desechos”, y así se denunció ante el departamento de Medio Ambiente.

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Las principales quejas y lo que queda pendiente de Costas

No todo el litoral de Agache puede estar tranquilo, pues los habitantes de núcleos como Santa Lucía-Los Barrancos y Balandra-Los Picos siguen pendientes de la Ley de Costas, sin estar afectados por los recursos interpuestos en el Supremo y ya ganados en casos de El Tablado y La Puente. Barrios todos que tienen como principales demandas la falta alumbrado público en algunas zonas, el mal estado del pavimento, la casi nula cobertura de telefonía móvil, el transporte y el alcantarillado.

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