INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife

A lo largo del mes de enero se han venido realizando, en el renovado Iberostar Grand Hotel Mencey, los cursos de su Aula de Cocina con mucho éxito. Para el mes de febrero el aula hace una original oferta: Cocinando con niños.

El curso será el sábado día 25 de este mes, entre las 10.30 y la 13.30 del mediodía. El curso está dirigido a niños y padres que además de aprender sus primeros platos culinarios quieran pasar una mañana diferente.

Mi primera pizza, galletitas de chocolate, unos nuggets muy originales (de pescado azul), sorbete de champin, una brocheta de carne y un Bob Esponja de chocolate son los platos que aprenderán en esta primera cita con el arte de la cocina. El reputado chef ejecutivo de Iberostar, Juan Carlos Clemente será el encargado de impartir este curso. El precio de la pareja es de ochenta euros.

Beneficios

Los beneficios de cocinar con los más pequeños de la casa son múltiples y desde los dos años ellos ya pueden empezar a hacer sus pinitos en la cocina. Por ejemplo, amasando, untando, introduciendo ingredientes o remojando.

Los niños tienen una sensación de logro cuando completan un producto o receta y además les ofrece la oportunidad de pasar un tiempo de calidad con sus padres o cualquier otro adulto haciendo algo divertido y de provecho. Saborear juntos lo que se ha elaborado después les producirá una satisfacción añadida.

Otros beneficios importantes incluyen el desarrollo de las destrezas motoras finas y gruesas, las destrezas matemáticas como contar y medir, y el desarrollo de la alfabetización, ya que los niños más mayorcitos pueden leer las recetas.
Hábitos saludables

Además, a través de la cocina se puede ir educando a los niños en hábitos alimenticios saludables, enseñándoles cuáles son los productos y nutrientes más sanos y cuáles no lo son tanto.

Eso sí, para cocinar con niños una de las claves es la paciencia; se trata de una actividad nueva y aprender requiere su tiempo. Si en un principio no salen las recetas como deberían, no tiene que convertirse en un problema y se puede comenzar como un simple juego.

Lo importante es el proceso de aprendizaje y compartir buenos ratos con los niños, y no lo es tanto cuánto tiempo se tarde en aprender.

Es probable que los padres que cocinan con niños tarden más tiempo en elaborar las cosas que si lo hicieran solos, pero eso también forma parte de la educación.