En el último año he compartido con ustedes vivencias al otro lado del Atlántico. He pretendido impregnar cada texto de sentimientos y experiencias únicas.

Alegría, tristeza, nostalgia, ánimo, desgana… Parece que cuando estás lejos de tu casa y los tuyos todo se magnifica, que dirían los de Gran Hermano. Yo al menos he tenido la gran fortuna de poder desahogarme de alguna forma plasmándolos en papel.

Agradezco enormemente a todos aquellos conocidos y anónimos que me han dicho que los relatos les habían alegrado el día y aún más a los que han hecho críticas constructivas de éstos, que me han hecho crecer como periodista y como persona.

Hoy cerramos esta etapa de mis queridas PAPAS & CHIPS para dedicarme a trabajos más elaborados y de investigación. Me llevo en el corazón a los lectores de DIARIO DE AVISOS que con tanto cariño han acogido cada semana esta columna.

En estos días he aprendido algunas palabras muy importantes que desarrollaré en un artículo próximamente y que quiero compartir con ustedes a modo de despedida. Son: negociar, cancelado y pensamientos positivos.

Una psicoterapeuta muy reconocida en Miami me ha enseñado que el ser humano pasa por etapas buenas, regulares y malas pero la clave está en el modo en el que afrontamos todas ellas; por eso hay que aprender a negociar con nosotros mismos.

En estos días el sentimiento generalizado en España es de derrotismo total, de desesperación e impotencia. Hay que negociar para no hundirnos y dejar que los miedos puedan con nosotros. En ocasiones somos las personas las que nos etiquetamos: soy un inútil, no encuentro trabajo, a dónde voy yo con mi edad… Si ponemos a un bote de cristal una etiqueta que pone Sal, ¿qué pondremos dentro? La respuesta es obvia.

Pues lo mismo pasa con los pensamientos. Si nos etiquetamos como inútiles o incapaces, terminaremos siéndolo. De ahí la palabra cancelado, cuando nos etiquetemos o nos intenten etiquetar digan: cancelado.

De esta forma el cerebro desechará este concepto negativo de nuestros pensamientos y evitaremos etiquetas. Por último sean positivos, piensen en grande y actúen a lo grande.

Queda dicho, y como dicen en el Facebook antes de cancelar una cuenta: “Esto es temporal, volveré”.

Gracias por existir.