NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife
El espíritu flower power se apoderó ayer del pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz, donde, de las seis mociones presentadas por la oposición, cuatro fueron aprobadas por todos los grupos, una más sOlo con el voto en contra del PP y otra rechazada. Sin duda, por la que más se felicitaron todos los asistentes al pleno fue por la aprobación de la iniciativa presentada conjuntamente por Ciudadanos de Santa Cruz y XTF, al objeto de impulsar un acuerdo sociopolítico para reformular y aprobar el Plan de General de Ordenación de Santa Cruz de Tenerife, y en el que se apuesta por “eliminar pelotazos y legalizar las viviendas fuera de ordenación”.
Una propuesta extensa sobre el PGO que fue admitida por el equipo de Gobierno como vinculante en la toma de decisiones futuras y para ser debatida de manera más detallada en el marco de las reuniones que está manteniendo la Gerencia de Urbanismo para la modificación del PGO. La moción fue aprobada con la incorporación de un acuerdo transaccional en el que en su segundo apartado se recoge que se introducirán todas aquellas modificaciones en el PGO expuestas por el equipo de gobierno que garanticen la legalidad y la recuperación del mayor porcentaje posible de viviendas fuera de ordenación dentro del documento, “no siendo admisible que se contemple dejar a las viviendas de vecinos fuera de ordenación, cuando existen nuevos aprovechamientos”.
Guillermo Guigou expuso que tras el retraso y “los engaños” sufridos en torno al Plan, esta moción recupera los derechos del fuera de ordenación y “acaba con los pelotazos urbanísticos”. José Manuel Corrales ahondó en esta idea diciendo que la moción “es un compromiso con la solución del fuera de ordenación, contra los pelotazos y a favor de la democratización del proceso”. “No queremos que se urbanice indiscriminadamente el suelo, continuó, que no se agreda zonas como la de El Cardón, que haya más espacios verdes, más movilidad y menos contaminación. Corrales aseguró que con esta propuesta “decimos no a un PGO que perjudicaba a más de 100.000 vecinos para satisfacer los intereses de pocos”.
José Ángel Martín, concejal de Urbanismo, reiteró su compromiso con la legalidad y aseguró estar de acuerdo con todo el texto, “porque no puede ser de otra manera”. Martín recordó que muchos de los puntos recogidos en el documento ya han sido tratados en la Gerencia de Urbanismo con los distintos grupos políticos, con la Plataforma No al PGO y con los propios vecinos. El concejal de Urbanismo finalizó su intervención asegurando que se introducirán las modificaciones necesarias en el PGO que garanticen estrictamente la legalidad y recuperar un alto porcentaje de las edificaciones en fuera de ordenación. Finalmente, la moción fue aprobada por todos los grupos políticos, incluido el Partido Popular.
Sí a la Unipol
Sí se puede propuso la disolución de la Unidad de Intervención de la Policía Local (Unipol), moción rechazada por los votos en contra del equipo de Gobierno, la abstención del PP y los votos a favor de XTF y Sí se puede. La concejal de Seguridad, Carmen Delia González, defendió la continuidad de la Unipol alegando que no es un cuerpo distinto de la Policía Local y que en estos momentos se está trabajando para llevar a cabo una restructuración del servicio policial.
El concejal Hilario Rodríguez defendió la creación de la Unipol alegando que “los chorizos se reían ante la falta de medios de la Policía Local”. Varias entidades vecinales también se mostraon en contra de la disolución de la Unipol.
Mociones
Montaña de Taco. Sí se puede logró que todos los grupos aprobaran una moción para dar los primeros pasos para realizar el proyecto del Parque Metropolitano de la montaña de Taco.
Unanimidad. Dedicar una plaza céntrica al escritor y concejal del Ayuntamiento capitalino durante la República, Domingo López, asesinado en 1936, y trabajar por unos presupuestos participativos, mociones ambas presentadas por Sí se puede, fueron aprobadas por unanimidad.
Reforma. Todos los grupos, excepto el PP, apoyaron la propuesta de rechazar la reforma laboral, defendida por Corrales al grito de “yo también soy el enemigo”.