... y no es broma > Conrado Flores

Tengo un político en la sopa > Conrado Flores

En nuestro país los políticos son el absoluto centro de la atención de los medios. Una atención que en ocasiones alcanza los límites de lo enfermizo. Las primarias del PSOE han sido más agotadoras para los lectores de los diarios que para Rubalcaba o Chacón. Y no hablo de la política en mayúsculas, esa que se supone que rige los destinos de la economía mundial, la raza humana y el planeta Tierra, sino de esa otra que ocupa las primeras cuatro o cinco horas de cualquier programación de radio nacional o local. Es tedioso. Un político del partido A manifiesta que otro del partido B lo está haciendo fatal y éste último replica que es al contrario. Poco después, un grupo de periodistas a los que se les distingue demasiado el color, se reúne para debatir sobre ello durante una o dos horas, muchas veces a gritos.

Puede que alguien opine que esto es debido a la actual crisis y a la grave situación laboral y social pero no: cuando se hablaba del “milagro español” y todos éramos ricos también ocurría lo mismo. Algunos creen que este estrecho seguimiento de la actualidad política agudiza nuestro sentido crítico y nos permite juzgarlos mejor. Pero tampoco: tras las últimas elecciones, todos aquellos políticos envueltos en escándalos o presuntos culpables de delitos de distinta gravedad obtuvieron incluso un mayor número de votos que durante las anteriores.

Cuando “la actualidad manda”, ¿a quién le ponen el micrófono delante en primer lugar? A un político. Pero cuando la actualidad no manda y se trata de acercarse a una romería o a un concurso del carnaval también ocurre lo mismo. No tengo nada contra los políticos, y de hecho, los que conozco me parecen muy buena gente. No obstante, sí soy de los que opina que algunos de ellos, dejándose llevar por este halo de trascendencia eterna que les hemos dado, tienden a poner sus nombres a calles, parques, plazas y auditorios con demasiada ligereza y premura.

Les estamos haciendo demasiado caso. Y es muy posible que ellos no estén donde está la noticia sino que la noticia está donde estén ellos. De hecho, esta columna será otra sobre políticos entre las miles que se publicarán hoy. Dejémosles trabajar, que para eso les hemos puesto ahí, y busquemos nuevas caras a las que enfocar y nuevas voces a las que escuchar.
Las hay a montones.