megáfono > La postura-los olivos (III)

“Actualmente hay una crisis de valores y la fe es un valor”

NICOLÁS DORTA | Adeje

José Domingo González tiene la semana ocupada. Debe impartir diferentes misas en la parroquia de San Juan, y en iglesias en Las Nieves, la ermita de la Viña, Armeñime, Tijoco Alto y Callao Salvaje. También calma el espíritu de los enfermos que están en sus casas y colabora con Cáritas en la recogida de ropa y alimentos, entre otras cuestiones. Tiene 31 años, estudió en el Seminario de la Laguna y proviene de la Orotava. Estuvo en La Gomera (en Vallermoso) ejerciendo como párroco y desde julio de 2010 está afincado en Adeje, donde se siente muy contento porque “hay mucha vida alrededor de la parroquia”.

En el interior de San Juan reina el silencio, cuelgan unos grandes cuadros de Conrado, un artista local que junto a su equipo ha elaborado unos frescos espectaculares. Fuera está la plaza con un escenario para las fiestas. Normalmente la parroquia está cerrada salvo que haya programada una visita. Conrado también ha elaborado en La Postura dos grandes murales que representan a los aborígenes y a las tradiciones de Adeje.

“Este es un barrio creciente, como todo Adeje. Ahora somos casi 50.000 habitantes en el municipio y esto es producto del desarrollo de los veinte últimos años, y precisamente La Postura o El Galeón y la extensión de Los Olivos, con Las Torres, es una de las zonas que más ha crecido”, explica el párroco.

“Hay gente de todo tipo de nacionalidades con una buena convivencia pero a la juventud, sobre todo le faltan más valores. Yo creo que actualmente, aparte de la situación económica, hay una crisis de valores , y la fe es un valor”, explica.

A pesar de los nuevos tiempos, la parroquia de San José, “es creciente de fieles, de vida parroquial. Los sábados sobre todo se llena”, dice el joven párroco.

La situación económica ha hecho que las ayudas a los más necesitados se disparen y que haya que establecer mayor coordinación entre las diferentes Cáritas, (Adeje, Guía de Isora, Arona, Granadilla) para poder llegar a los que más lo necesitan, en colaboración con los servicios sociales, indica el párroco. “Se necesitan más alimentos y ropa”, añade. En definitiva, el cura está contento con la vecindad y en su trabajo cotidiano. Se siente como un adejero más y espera seguir en el barrio de Los Olivos todos los años que hagan falta.