siete metros >

Cantera hay, pero se debe cuidar > Javier Rodríguez

Fablar del trabajo con la cantera en Tenerife a lo largo de los últimos años se ciñe a algunas zonas determinadas, donde no se han olvidado de la esencia de esta disciplina deportiva, aunque para ello hay que contar también con ese tipo de personas que se desviven por su deporte, por el que lo dan todo o casi todo, por ver a sus equipos en las mejores condiciones y estar entre los mejores, sin olvidar que lo primero es enseñar a competir deportivamente. Para buen ejemplo contamos un vivero de jugadores y jugadoras en la zona norte de la Isla, con clubes como el Puerto Cruz (con Elicio García y Juan Carlos Méndez como cabezas visibles), el Perdoma (Melchor y Carmen Rosa son sus ejes, contando con la seriedad de Ruymán Herrera como director técnico, aunque bien apoyado en hombres que forman un buen equipo como David Sánchez, Toño Gorrín, Chami, Dani o Giovanni, entre otros) o el Realejos (Alejandro y Teresa dirigen, con el incansable Juan como presidente, Ojalá hubieran muchos como este, al frente) que son un filón y uno de los principales sustentos para las competiciones de base, mientras que por el sur de la Isla están el Arona (Andrés es su clave) y el BMLC (Enrique es su principal valedor), sobre todo este último, acaparador de numerosos títulos los últimos años, tampoco hay que olvidar que se trabaja en la zona de Las Galletas. Por La Laguna, el Universidad (Manuel Galván es su referencia) o el Tejina (Juan Castro es su presidente, con técnicos de valía como Ernesto Mascarell, José Correa o su última incorporación, Silviano Rodríguez, un enamorado del balonmano), sin olvidar Tegueste (con el siempre entusiasta Tomás). Sólo falta Santa Cruz, con el Salud de División de Honor Plata como única entidad) donde los equipos de base casi no existen, salvo la excepción de la última incorporación, el Colegio Francés (Julien es una de sus bazas), que esta mostrando un buen nivel. Base, como se ve existe, ahora sólo falta que se le ayude a mantenerla para que esta disciplina siga viva y que los equipos de arriba sigan alimentándose de ella, que no pase que después de juveniles muchos jugadoras desaparezcan del mapa deportivo. En los Nacionales ya han dado muestra de su verdadera capacidad.