Un año más el Carnaval ha servido para dejar patente que nuestra gente ha optado por divertirse y olvidarse, aunque sea solo por unas horas o días, de la penosa crisis, de las continuas malas noticias económicas, del paro y los recortes. Y un año más, nuestra gente ha demostrado que sabe divertirse y pasarlo bien con alegría, contribuyendo a que nuestro Carnaval siga siendo una fiesta tranquila y segura.

Son muchas las fiestas multitudinarias que cada año se dan a conocer a través de los medios de comunicación, el famoso San Fermín, las Fallas, los Carnavales de Cádiz, Los Indianos en La Palma, el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria o de otras localidades canarias.

Mi curiosidad me ha llevado a indagar y comparar los dispositivos de seguridad de estas y otras fiestas de similares características en cuanto a jornadas festivas y número de asistentes. Y puedo asegurar que nuestra gente puede sentirse orgullosa y contenta porque siendo el único Carnaval con reconocimiento de Interés Turístico Internacional; con actos de asistencia multitudinaria; con gente de todas las edades y nacionalidades, en momentos, concentrados en el limitado espacio de algunas calles o plazas, y aún así nuestra fiesta más internacional es segura porque nuestra gente así la entiende y así lo quiere. Como un lugar de encuentro y diversión, de alegría y entendimiento; de bailes y besos; de nuevas experiencias para los jóvenes y viejos recuerdos para los que ya no lo son tanto. Y como condimento imprescindible a todo ello, un grupo de profesionales de la seguridad, de la protección civil; del ámbito social y sanitario que, durante más de una semana y con un enorme esfuerzo, trabajan entregados para que la fiesta culmine con éxito.

Ni más ni menos que otros años, los resultados muy similares. Idénticas cifras por personas atendidas debido a intoxicaciones etílicas, al consumo de drogas, por caídas o peleas,.. Seguros después de todo.

Algunos pueden pensar, ¿pero qué dice esta señora? ¿cómo puede argumentar que esto es seguridad? Si, así es. Podríamos desear, incluso esperar, que nada de esto ocurriese, que la sociedad fuera totalmente consciente de los riesgos y mucho más prudente en sus acciones; que los jóvenes entendieran que el alcohol y las drogas no proporcionan mas diversión sino un falso estado de bienestar con resacas que en ocasiones duran 9 meses y una vida marcada. Que no se es más hombre por devolver a golpes lo que se resuelve con un “disculpa” y continuar con la fiesta. En resumen, podríamos ser más cívicos.

Pero así es la sociedad y con la frialdad de los datos en las manos no existen problemas de gravedad, no ocurren demasiadas cosas desagradables teniendo en cuenta, como hemos dicho, que son miles de personas las que se concentran en cada acto o baile, de día o de noche.

Por eso y para eso se establece este complejo dispositivo de seguridad y prevención. Muchos pueden pensar que es demasiado; otros, que es insuficiente, lo cierto es que funciona y, aunque más Policía nunca viene mal, los resultados nos indican que vamos en la línea correcta.

Cada año se intenta mejorar; en la edición pasada con el dispositivo de seguridad del tranvía, que tan buenos resultados ha dado. Este año reforzando la situación de los puntos de seguridad y el Hospital del Carnaval. El próximo, ya veremos tras el análisis de los resultados de todo el dispositivo.

Lo importante es que nuestro pueblo, que tanto quiere y apoya nuestro Carnaval, contribuye a que siga siendo el Carnaval más seguro del mundo. Por eso reitero mis felicitaciones, no solo a los profesionales, sino sobre todo a este pueblo chicharrero que es quien lo logra cada año.

Carmen Delia González Martín es Concejal de Seguridad Ciudadana, Protección Civil, Movilidad, Transportes y Accesibilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife