yo, tú, ella

“De las dos culturas me llevo lo mejor”

Anisha Harjani. | SERGIO MÉNDEZ

ÁNGELES RIOBO | Santa Cruz de Tenerife

Anisha Harjani nació hace 48 años en Poona, cerca de Bombay, pero lleva desde que tenía seis años en Tenerife, donde trabaja como empresaria de la fotografía, un sector en el que, en los últimos años, ha tenido que reinventarse por el auge de la fotografía digital. El estudio fotográfico que regenta fue el primero en la Isla en ofrecer un revelado rápido de los carretes. Gracias al espíritu emprendedor de su padre, que hace casi 30 años vio la máquina de revelado en Houston, se arriesgó y compró una para Tenerife.

Tal y como recuerda Anisha, hasta entonces había que esperar unas dos semanas para tener las fotos reveladas. Esta mujer vitalista y emprendedora, afirma que tiene la suerte de haber podido acceder a las culturas occidental y oriental, y haberse quedado con lo mejor de cada una. De la primera destaca la libertad de expresión de sentimientos y emociones, y de la segunda el respeto por la familia y, sobre todo, por los mayores.

“Entendemos que los mayores llevan más tiempo en este mundo, que son los responsables de que estemos aquí, y que debemos devolverles lo que nos han dado ”, explica Anisha, que para este reportaje viste dos saris importantes para ella por ser los que vistió en la boda de su hija. “Un sari, por muy sencillo que sea, siempre hace elegante a cualquier mujer”, destaca.

-Hasta no hace mucho tiempo la tecnología que podía adquirirse en la Isla era gracias a los comerciantes hindúes…

“Así es. Este estudio fotográfico (Foto-Estudio Rima, calle Cruz Verde, Santa Cruz de Tenerife) lo fundó mi padre en 1983. Fue el primer laboratorio fotográfico de revelado digital que hubo en la Isla, gracias a una máquina que vio en Houston, se arriesgó, la compró y la trajo a Tenerife. Desde entonces, los revelados de los carretes de fotos pasaron de tardar dos o tres semanas a tan solo 45 minutos. De hecho, nuestro eslogan era Lo mejor de hacer las fotos es verlas en seguida”.

Anisha Harjani en su estudio de Santa Cruz. | SERGIO MÉNDEZ

-Muchos laboratorios fotográficos han desaparecido con el auge de la fotografía digital ¿Cómo ha logrado mantener su negocio?

“En 1999 me empecé a encargar del laboratorio para ayudar a mis padres, y luego me hice cargo del él. Entonces, realizábamos fotos de estudio y fotos de carné pero luego tuvimos que diferenciarnos para poder mantenernos. Ahora todo es digital pero hubo una época en la que la única manera de ver una foto era acudiendo a un estudio para que la revelaran, a no ser que tuvieras un estudio propio, claro”.

-¿Cómo ha hecho para diferenciarse?

“Pues por un lado nos hemos especializado en las fotos carnet para las embajadas. Cada una exige una plantilla diferente y nosotros tenemos las de todos los países. Luego, con el auge de la fotografía digital, no es que corriéramos peligro pero se notó la diferencia en una bajada de clientes. Por eso nos hemos especializado en montaje fotográfico, impresión en texturizados con bastidores, en pvc, cartón pluma etc., pero también te digo que ahora se está volviendo al romanticismo de la foto en papel. Mucha gente ha tenido malas experiencias por perder las fotos por virus en los ordenadores, o extraviar pen drives”.

-Las pymes pasan por momentos complicados por la crisis. ¿Cómo lo lleva su empresa?

“Pues tengo la suerte de que nuestra clientela es local y que no dependemos tanto del turismo. De hecho, mis clientes son más amigos que otra cosa; son muchos años de relación. A través de sus fotografías me gozo sus bodas, comuniones, bautizos, vacaciones; es decir, todos los acontecimientos importantes de sus vidas. Formamos una pequeña gran familia, es un trato familiar y cercano, nada frío”.

-¿Cree que cuentan con el apoyo suficiente?

“Con el de los clientes sí, pero cierto es que al peatonalizar Santa Cruz se ha perjudicado mucho al pequeño empresario. Creo que el gobierno debería mimar más a las pymes, bien a través de impuestos o bonificaciones. Esto, a su vez, redundaría en el turismo. Es una pena que vengan los turistas a la capital y se encuentren todas las tiendas cerradas y solo abiertos los grandes centros comerciales”.

Anisha Harjani en la azotea de su edificio en el centro de Santa Cruz. | S.M.

-¿Dónde nació?

“Nací en India, en una localidad cercana a Bombay llamada Poona. Cuando tenía seis años mis padres vinieron a Tenerife. Mis hermanas se casaron aquí y volvieron a la India; pero yo seguí aquí, así que me considero tan tinerfeña como hindú”.

-¿Y de dónde se siente usted?

“Pues tengo la suerte de conocer las dos culturas y de poder quedarme con lo mejor de cada una. Una de las cosas que más valoro de la española es la sinceridad de las personas. Lo que hace la gente es de corazón no de cara a la galería ni al qué dirán. Por lo menos, así es con la gente con la que me he topado. De la cultura hindú, el respeto por la familia y por las personas mayores, porque han sacrificado su vida por nosotros y porque nosotros debemos devolverles todo. Y también el sari. Un sari bien puesto, aunque sea sencillo y liso, es el traje más elegante que pueda haber (risas). Me siento afortunada por haber podido aprender y coger lo mejor de las dos culturas. Eso ha hecho que hoy yo sea lo que soy”.

-¿Si hubiera nacido en India habría podido ser profesional?

“Pienso que allí también hubiera sido una empresaria. A mí siempre me ha gustado trabajar y sentirme útil. En la India también habría podido emprender ya que las mujeres también trabajan, sobre todo en las ciudades. Las cosas han cambiando mucho”.

La make-up artist Naomí Chevalley matizó el rostro de nuestra protagonista. | S. M

-¿Y el sistema de castas?

“Gracias a Dios, lo de las castas se está quedando reducido a las personas muy tradicionales y a los pueblos. Ya no se da tanto en las grandes capitales donde la diversidad racial es tremenda y cada uno se casa con quien está enamorado aunque siguen existiendo los matrimonios concertados, aunque cada día menos. Mi familia era muy tradicional, pero aún así, mis hermanos y yo nos casamos por amor”.

-¿Cree que hombres y mujeres tienen las mismas obligaciones?

“Tanto aquí como en India, se nota muchísimo el avance hacia la igualdad que ha habido en los últimos años. En India pienso que lo que ha ocurrido es que gracias a las nuevas tecnologías y a internet, ciertos sectores de la población han podido abrirse al mundo y acercarse a las formas de vida de otros países. Además los jóvenes viajan más. Todo ayuda a que a la gente vaya abriendo más la mente”.

Anisha se dejó fotografiar luciendo dos bellos saris de gran valor sentimental | S.M.

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A pesar de que prefiere colocarse detrás del objetivo que delante, Anisha se dejó fotografiar luciendo dos bellos saris de gran valor sentimental para ella, pues los lució en la boda de su hija. Uno es celeste con motivos en blanco y el otro violeta con bordados dorados. La make-up artist Naomí Chevalley matizó el rostro de nuestra protagonista para centrarse en sus ojos. Naomí resaltó la mirada color miel de Anisha con perfilador oscuro. En los labios aplicó un tono muy natural.

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