TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Veintitrés años de cárcel y 300.000 euros de indemnización para la hija del asesino y su víctima. Es la pena fijada por el magistrado-ponente de la Sección Quinta de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife tras el veredicto del jurado popular que entendió probado que Eduardo asesinó a Carmen Rosa aquella aciaga tarde de mayo de 2009, en sentencia que adelanta hoy este periódico.

La decisión del magistrado se sitúa justo en el punto intermedio entre la solicitud de veinticinco años de prisión que hizo la Fiscalía -y a la que se sumaron el resto de acusaciones- y los veintiuno que aceptó el abogado defensor del condenado.

Además de las penas señaladas, Eduardo también ha sido condenado a no acercarse a menos de 500 metros de su hija o del hermano de su víctima durante al menos diez años más de los que dure la condena privativa de libertad.

Como recordarán los lectores, el jurado popular dictaminó en su veredicto que Eduardo asesinó a Carmen Rosa en un crimen cometido con alevosía y ensañamiento, además de apreciar la circunstancia de parentesco como agravante. Para ello tuvo que suprimir algo que había aceptado la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisional, que era que Eduardo y Carmen habían discutido previamente a la muerte, lo que casa precisamente con la apreciación de que se trata de un crimen alevoso.

Los hechos

Fue la mañana del 11 de mayo de 2009 cuando la pareja conformada por Eduardo y Carmen Rosa salió por Playa San Juan al objeto de hacer unas gestiones. Aunque la relación sentimental ya había terminado, al parecer no era inhabitual que se vieran. Ahora se considera probado que, ya en casa de ella, el acusado perdió los nervios y agredió a Carmen Rosa brutalmente, primero en la cara y luego, cuando ya se encontraba en el suelo, propinándole patadas y patadas hasta causarle la muerte.