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El acusado de arrancar la oreja a otro dice que le mordió para poder respirar

EUROPA PRESS | Madrid

Un acusado de arrancar la oreja a un hombre en una pelea que tuvo lugar en un bar madrileño ha reconocido en el juicio que se celebra en la Audiencia de Madrid que mordió la oreja a la víctima en el transcurso de un forcejeo en el que quedó inmovilizado y ha asegurado que si no se hubiera defendido de su supuesto agresor, a lo mejor no estaría aquí. “Mordí a la desesperada”, ha reconocido.

Los hermanos Alberto G.S. y Javier G.S. se sientan en el banquillo de los acusados por una falta de injurias, otra de lesiones y otra de maltrato. Además, Alberto afronta una petición fiscal de tres años de cárcel por la supuesta comisión de un delito de lesiones.

Según Alberto, la noche del 12 de julio de 2009 se encontraba con su hermano en un bar de la capital cuando una chica les insultó, lo que dio lugar a una pelea con su novio y dos amigos de éste. “Estaba inmovilizado. En una situación de terror, le mordí a la desesperada. Noté que mordía algo blando, no sé si era una oreja. Noté que se desprendía algo, pero cuando mordí tenía los ojos cerrados. Quería morderle la cara, pero se giró”, ha señalado.

“Mi intención no era generar una agresión como ésta. Mordí porque no podía mover los brazos. Sin ánimo de dañar. Si no hubiera hecho esto, a lo mejor no estaba aquí”, ha recalcado Alberto, quien ha reconocido que esa noche iba bebido.

Por su parte, la víctima ha relatado que en el transcurso de la pelea que iniciaron los acusados, uno de ellos se le abalanzó. “Me mordió la oreja con tal fuerza que me quedé paralizado. Cuando la arrancó, chillé. Me mordió la oreja y apretaba. Se me hizo eterno”, ha narrado el agredido.


Relato de los hechos

Sobre las tres horas del día 12 de julio de 2009, los dos hermanos procesados, mientras se encontraban en la barra del bar ‘The Quiet Man’ de Madrid, se dirigieron en actitud provocativa a María Isabel V. R.P. quien, haciendo caso omiso, y tras recoger unas consumiciones, regresó a la mesa que ocupaba con su novio, Borja V.P.

A continuación, los procesados se acercaron a la pareja y, dirigiéndose a Borja, le dijeron que su novia era “una guarra” y que se les había insinuado. Cuando María Isabel les contestó diciendo que les dejaran en paz, los procesados respondieron insultándola llamándola “zorra”, “guarra” e “hija de la gran puta”.

Acto seguido, y con intención de menoscabar su integridad corporal, el procesado Javier, agarrando violentamente del pelo de la joven, la zarandeó varias veces y, tras soltarla, la golpeó fuertemente con la mano abierta en la cara, haciendo que cayera al suelo y perdiera la consciencia.

Cuando su novio intervino para socorrerla, Javier le empujó y le tiró al suelo. En esa posición de indefensión el otro hermano procesado, con intención de menoscabar su integridad física, le mordió la oreja izquierda hasta arrancársela. El apéndice quedó tirado en el suelo mientras continuaba el forcejeo. El joven mutilado ha necesitado de hasta cinco operaciones para que le reimplantaran el órgano seccionado y ha quedado incapacitado para sus ocupaciones laborales habituales.