NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife
“Ahora queda el aporte de soluciones y la parte política, en la que todos nos pongamos de acuerdo”, afirmaba el concejal de Urbanismo de Santa Cruz, José Ángel Martín, tras culminar los trabajos de diagnóstico del fuera de ordenación. Tal como estaba previsto, ayer se ofrecieron los primeros resultados de este trabajo, elaborado por los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo, una recopilación en la que finalmente y una vez realizada el 70% de las fichas y, teniendo en cuenta que los datos que arrojarían el 30% serán prácticamente marginales, habría un total de 1.500 edificaciones fuera de ordenación, lo que supondría una afección de alrededor de 80.000 personas.
Los esfuerzos de los técnicos se han centrado en algunos ámbitos del plan vigente, tales como el centro histórico, La Salle, Salud-Perú y Las Colinas, donde se ha escrutado el cien por cien de las edificaciones existentes. El trabajo desarrollado ha generado fotografías de 11.801 fichas, de las que 1.500 se encuentran fuera de ordenación. Estos datos suponen que el 13,22% del suelo urbano se encuentra fuera de ordenación, lo que representa un 0,24% del suelo de todo el municipio y un total de 364.506 metros cuadrados.
El único emplazamiento que no entra en la labor que se ha realizado hasta ahora es Anaga, al no cumplir sus edificaciones con la mayoría de los parámetros detectados por los diez técnicos de la GMU que han cribado las zonas que se encuentran y no se encuentran fuera de ordenación. Una vez culminada la fase de conocimiento y de diagnóstico, se entra ahora en la fase de solución del fuera de ordenación. En este sentido, el Ayuntamiento de se reafirma en que la misma llegará desde el planeamiento.
Corregibles
Desde la gerencia de Urbanismo se destaca que el catálogo ha servido además “para detectar que muchas de estas viviendas se pueden corregir dentro del propio plan y otras tendrán que ser corregidas a través de la elaboración del catálogo que garantice el derecho de los propietarios de esos inmuebles”.
El concejal de Urbanismo confirmaba a este periódico que hay una voluntad de corregir cosas que se pueden resolver como el fuera de ordenación, principalmente porque “no son objetivo de la Administración; no es objetivo de este Ayuntamiento que 1.500 edificaciones queden fuera de ordenación”. José Ángel Martín insiste en que “no hay ningún interés por parte de la Administración de que se queden esos edificios fuera de ordenación. De esta forma, Martín está convencido de que “el mayor grueso de los inmuebles tendrán una solución dentro del Plan General, no sé si es un objetivo realista, pero es la meta que nos hemos impuesto”, recalca el edil.
Soluciones
Las vías que se abren en esta nueva fase pasarían por, entre otras perspectivas, el estudio del cambio de régimen de usos compatibles, la redelimitación de algunos ámbitos, generar nuevas actuaciones urbanísticas de renovación o áreas de renovación edificatoria y, también, trasladando al plan la realidad edificativa existente. Esto último se traduce en que “en muchos casos se puede reconocer la altura que ya tienen las propias edificaciones, siempre y cuando hayan obtenido una licencia en su día para construirse”.
Con respecto a los edificios que finalmente queden recogidos como fuera de ordenación en el PGO al no poder regularizarse a través del catálogo, en torno al 20%, una de las soluciones que baraja la gerencia de Urbanismo es que “se podría plantear una operación de renovación urbana siempre que se determinase que esos edificios están en mal estado y resulta perentorio actuar en la edificación”.