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El gobierno garantiza la “óptima calidad” del agua en las playas

NICOLÁS DORTA | Arona

Sosa, responsable de Medio Ambiente, subraya que ahora hay mayor control sobre lo que va al mar. | D. CETRULO

Al Ayuntamiento de Arona no le quedó otra que asumir recientemente una multa de 3.000 euros que en 2008 le interpuso la Agencia del Medio Urbano y Natural por un vertido en la zona turística, proveniente de una estación de bombeo. Un hecho casi habitual hace pocos años, en plena efervescencia turística. Además, cuando llegaba el mal tiempo, las lluvias saturaban la red de saneamiento (unificada con la de pluviales) y las alcantarillas se desbordaban. Ahora, el trabajo de Medio Ambiente en colaboración con el Cabildo, a través del consejo Insular de Aguas, ha hecho que se produzcan menos vertidos, y por lo tanto, que se lleve un control más riguroso del agua en las playas. Cabe citar que la mejora de la red pluviales y saneamiento en el centro de Los Cristianos, ha sido fundamental para minimizar estos vertidos.

Antonio Sosa, responsable de Medio Ambiente de Arona, se ha empreñado en ir corrigiendo paulatinamente esta situación. Así, la administración local garantiza que la calidad del agua en la actualidad en todas las playas “es óptima”, pues cada 15 días se realizan controles en Las Vistas, Los Cristianos, Troya, El Camisón, Palm-Mar y Las Galletas. Desde 2008, año de la multa, se ha aumentado la periodicidad de estos controles del agua por parte de Canaragua, empresa concesionaria de la gestión del agua en Arona, y actualmente hay un proyecto de estudio de la zona (corrientes, vientos) para “seguir actuando en esta dirección”, explica Sosa.

Prevención

El problema de los vertidos proviene de las estaciones de bombeo, situadas junto a las playas. Algunas de estas estaciones están gestionadas por el Concejo Insular de Aguas y otras por el Ayuntamiento de Arona. El objetivo es absorber o bombear el agua residual e impulsarla a la estación de tratamiento o Depuradora de Aguas Adeje -Arona. Cuando hay algún problema de carga en la tubería de impulsión o una avería en los aparatos eléctricos, el proceso de tratamiento obliga a usar los aliviaderos (tubos que van al mar), y ahí se producen los vertidos fecales.

También, cuando hay tormentas la situación se complica, pues la red se satura y las averías suelen ser más frecuentes. “Una correcta gestión de las redes, con controles, mayor prevención y periodicidad en estas revisiones nos permitirá tener al día a las estaciones y eso es lo que estamos haciendo”, explicó Sosa.

Por otra parte, no parece que haya una fórmula eficaz para para evitar inundaciones en ciertas zonas cuando hay lluvias torrenciales. La últimas cayeron sobre la Montaña de Guaza el año pasado e inundaron el mercadillo junto al hotel Arona sin que nada se pudiese hacer. En el centro de Los Cristianos se ha corregido, pues antes la red de pluviales era mixta, pero ahora se ha creado separada, que permite desahogar el agua cuando llueve.

No es el caso de las urbanizaciones cercanas a la Montaña de Guaza, donde se hace más complicada la correcta canalización de los barrancos. “Se trata de un terreno complejo y donde en este caso no hemos sido capaces de aguantar el caudal que soportaban unos tubos”, dice Sosa, a quien le preocupa “este tipo de fenómenos de lluvia que no se pueden controlar”, dice.

Por último, el responsable de Medio Ambiente indica que otro de los retos de la administración local es dotar de redes de saneamiento a la parte alta de Arona.

Actualmente, la red está construida en el Palm-Mar, Las Galletas. Ten-Bel, Los Cristianos y Playa de Las Américas.