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El gobierno ugandés promete capturar al señor de la guerra, Joseph Kony, “vivo o muerto”

El señor de la guerra ugandés Joseph Kony, líder del Ejército de la Resistencia del Señor (LRA) y encausado por el Tribunal Penal Internacional (TPI). | EP

EUROPA PRESS | Kampala

El ministro de Defensa de Uganda, Felix Kulayigye, ha prometido capturar “vivo o muerto” al señor de la guerra Joseph Kony, líder del Ejército de la Resistencia del Señor (LRA) y encausado por el Tribunal Penal Internacional (TPI).

El compromiso llega a raíz de una campaña lanzada esta semana en Internet por la ONG de San Diego (California) Invisible Children. La iniciativa incluye también un vídeo que ha sido visto más de 40 millones de veces en YouTube y ha dominado los temas de discusión del microblog Twitter.

“Toda esta atención sobre Kony y sus actividades asesinas es buena en el sentido en que ayuda a informar a los que no conocen al monstruo, pero es demasiado tarde”, ha asegurado el ministro de Defensa ugandés en declaraciones a Reuters.

“Puede llevar tiempo, pero cogeremos a Kony, vivo o muerto”, ha añadido. En este sentido, ha preguntado “cuántos años costó terminar con el conflicto de Irlanda del Norte” y lo ha comparado con la búsqueda del prófugo del TPI, que también “acabará algún día”.

Kony, imputado por el TPI por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, entre ellos violaciones, esclavitud sexual y reclutamiento de menores, escapó de Uganda para ocultarse en zonas forestales de República Democrática del Congo (RDC), República Centroafricana y Sudán del Sur.

Hasta ahora, los intentos para localizarle a él y a su grupo, del que formarían parte entre 200 y 300 personas, han fracasado. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió el año pasado a la región a cien asesores militares, con el objetivo de seguirle la pista a este señor de la guerra.

En enero de 2006, ocho soldados de las fuerzas especiales guatemaltecas integradas en la misión de la ONU en territorio congoleño murieron durante una operación contra el LRA en el Parque Nacional Garamba.

Bien equipados

El escritor Matthew Green, autor del libro ‘El Mago del Nilo’, sobre la caza de Kony, ha explicado que el LRA cuenta con unidades bien organizadas y equipadas, hasta el punto de que disponen de cañones sin retroceso, morteros, granadas propulsadas, radios VHF y teléfonos satélite.

Frente a ellos, las fuerzas que van detrás del líder miliciano han demostrado carencias en cuanto a helicópteros y equipos logísticos y de inteligencia, según ha dicho Green en una entrevista a Reuters. “Las fuerzas estadounidenses podrían conseguirlo, pero tendría que haber un cambio en el cálculo político de Washington para estudiar una misión de muerte o captura”, ha añadido.

Por su parte, el director del Centro de Medios del Gobierno ugandés, Fred Opolot, ha defendido que Kony se mueve “por algunos de los terrenos más difíciles que se puedan imaginar”. Así, ha pedido que se tengan en cuenta las “complejidades geopolíticas” a la hora de criticar cualquier actuación de los gobiernos de la zona.

El analista del International Crisis Group Ned Dalby ha admitido complicaciones geográficas, pero también ha sumado a ellas problemas de carácter político y logístico. Ha citado, por ejemplo, la falta de equipos y profesionalización de los ejércitos de Sudán del Sur, República Democrática del Congo y República Centroafricana.

Continúan las ofensivas

El grupo independiente Small Arms Survey ha cifrado en al menos 12 las ofensivas del LRA en el noreste de la RDC durante las primeras dos semanas de febrero.

Las personas que viven en la localidad centroafricana de Obo, en el sureste del país, han confirmado la presencia de hombres del LRA en los bosques locales. “Son más que los animales”, ha apuntado un conductor local, Mauricio Gueyi.

Desde el norte de Uganda, en concreto desde la localidad de Gulu, Charles Akena, trabajador social, ha reconocido que “la capacidad de Kony de seguir cometiendo crímenes” preocupa a todos los habitantes de estas áreas.

Por su parte, Sam Lawino, de 33 años, ha aplaudido el vídeo emitido sobre Kony porque describe los “crímenes cometidos en el norte de Uganda” pero, a su juicio, “terminará reabriendo heridas de víctimas que intentan comenzar vidas nuevas”.

El señor de la guerra ugandés Joseph Kony, blanco de una campaña masiva en Internet

El éxito masivo de una campaña lanzada esta semana en Internet por una ONG ha llamado la atención mundial sobre la figura del señor de la guerra ugandés Joseph Kony, líder del Ejército de la Resistencia del Señor (LRA) y encausado por el Tribunal Penal Internacional (TPI), a pesar de que los analistas consultados advierten de que la iniciativa es inexacta y simplifica algunos aspectos de la actual situación, comenzando por el paradero del líder miliciano.

La campaña, iniciada por la ONG de San Diego (California) Invisible Children, está apoyada en un vídeo de 30 minutos de duración ( http://www.youtube.com/watch?v=Y4MnpzG5Sqc ) dirigido por el máximo responsable del grupo, el cineasta Jason Russell. La pieza, a día de hoy, ha sido vista más de 40 millones de veces en YouTube y ha dominado los temas de discusión del microblog Twitter.

Hashtags –referencias de orientación temática en Twitter– como #stopkony y #kony2012 se han convertido esta semana en “trending topic”, los temas más hablados del momento en la red, gracias al impulso proporcionado por importantes personalidades del ámbito de la cultura como los actores estadounidenses George Clooney y Mia Farrow o la presentadora Oprah Winfrey.

A través de emotivas imágenes, el video pide a los espectadores que tomen conocimiento de Joseph Kony y de sus delitos, y al Gobierno estadounidense que actúe para frenar la campaña de reclutamiento infantil del líder del LRA. “Kony es básicamente Adolf Hitler, y cuenta con un Ejército de 30.000 niños sin mente que masacran a gente inocente en Uganda”, asegura el vídeo, mientras la campaña completa sus acciones con la venta de pulseras y la solicitud de donaciones.

Sin embargo, los analistas consultados aseguran que el vídeo elude dos aspectos fundamentales: Kony ya no está en Uganda, sino que se dice que podría estar escondido en Sudán o República Centroafricana, y los 30.000 niños que menciona el vídeo son los que el LRA ha secuestrado a lo largo de sus tres décadas de historia, no los que lo están en la actualidad.

En términos generales, consideran que en ningún momento plantea un escenario realista sobre una estrategia a seguir para capturar a Kony, cuyo seguimiento popular es ahora mucho menor que hace una década, o para abordar lo que a juicio de los ugandeses es ahora el verdadero problema de la población juvenil en Uganda, los antiguos niños soldado que ahora subsisten en las calles rodeados de droga, prostitución y enfermedades letales.

De igual modo, preferirían una campaña que abordara los problemas reales del país, asociados en su mayoría a la mala gestión del Gobierno del presidente actual, Yoweri Museveni.

“Un retrato de una era pasada”

Los expertos consultados coinciden en la necesidad imperiosa de detener a Kony, que está encausado por el TPI por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, entre ellos violaciones, esclavitud sexual y reclutamiento de menores. Sin embargo, consideran que el mensaje de Invisible Children está desactualizado.

“Decir que esta campaña es una tergiversación supone un eufemismo”, explica el premiado periodista ugandés Angelo Izama a la revista ‘Foreign Policy’. “Si bien llama la atención sobre el hecho de que Kony sigue fugado, el retrato de sus presuntos crímenes de guerra pertenece a una era pasada”, añadió Izama, que advierte en el mensaje de la ONG de “una construcción racista: gente blanca que llega a África para salvar a niños desvalidos de las garras de un monstruo”.

Miles de niños que escaparon de la campaña de reclutamiento del LRA ejercen ahora la prostitución en las calles de Gulu o se encuentran desempleados. Los verdaderos “Niños Invisibles”, asegura Izama, son los más de 4.000 afectados por enfermedades neurológicas incurables como la “enfermedad del sueño” y vagan por los distritos de Kitgum y Pader.

“El norte de Uganda no es una zona de guerra”, indica el periodista Michael Wilkerson, quien aboga por centrarse en los problemas actuales del país, dominado desde hace un cuarto de siglo por el presidente Museveni. “La corrupción es salvaje, los servicios sociales se encuentran al mínimo y los abusos contra los Derechos Humanos que comete el Gobierno son comunes y están bien documentados”, asegura.

El portavoz del Ejército ugandés, el coronel Felix Kulagiye, ha aplaudido la campaña –“Ojalá hubiera llegado antes”, declaró a la BBC–, pero recordó que la última vez que había visto a Kony fue en 2007 en el estado sursudanés de Equatoria Occidental, donde acudió por última vez a unas conversaciones de paz. Desde entonces, Kony se ha negado a acudir al resto de convocatorias por miedo a ser detenido.

El Ejército ugandés lleva persiguiendo al LRA desde que el grupo fuera expulsado del país en 2006, pero los propios militares se han reconocido incapaces de obtener información reciente sobre el paradero de Kony. A tal efecto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, autorizó en octubre el despliegue de un pequeño contingente de aproximadamente un centenar de efectivos en África central para encontrar a Kony, sin que hasta el momento se tenga constancia de resultados.

El Departamento de Estado norteamericano está al tanto de la campaña y ha recordado precisamente la labor del contingente desplegado por Obama, pero ha rechazado completamente la posibilidad de intervenir de manera más directa para atrapar a Kony. “No creo que nadie de la región esté a favor una incursión”, declaró ayer la portavoz Victoria Nuland, que con todo apreció los esfuerzos de la campaña para “arrojar luz sobre las horribles atrocidades cometidas por el LRA”.