“Cuídate de los idus de marzo!” La guerra del petróleo Canarias-Madrid que acaba de desatarse estaba escrita en el guión, pero se precipitó y aquí la tenemos agolpándose con los demás bretes del mes: la huelga general contra la reforma laboral (29-M); los presupuestos de guerra (30-M); mañana mismo el debate del estado de la nacionalidad, que pondrá en escena el nuevo casus belli y caldeará el simulacro de primavera canaria de las movilizaciones (24-M) por el lecho insular, donde yace el petróleo marino de la discordia. Nos habíamos impacientado con el volcán herreño, que no levantaba cabeza, y este otro volcán político es de origen igualmente submarino. Fuerteventura y Lanzarote, como en la oleada de pateras, vuelven a estar en boca de todos con vistas a África. Marruecos no ha dicho ni mu. Pero viene a la isla Ahmed Bujari (el hombre del Polisario en la ONU) y qué dirá del petróleo de enfrente. “¡Cuídate de los idus de marzo!” Por todos los augurios del mundo, que hoy es el día del padre, y papá Estado no ha de ser fiero. Un veterano de guerra como José Miguel González (dos veces consejero de Hacienda), me dice que el armisticio de esta confrontación (y él concertó el de la guerra del descreste arancelario entre Olarte y Felipe González, año 1989, con el concurso de Borrell) se debía haber dirimido en la comisión bilateral Canarias-Estado. En política los oráculos deberían conservar su función: alertar de los peligros. Una vez cruzado el Rubicón, la suerte ya está echada (“Alea iacta est”). A Julio César le leyeron el fatal desenlace de los idus de marzo. No hizo caso. Las consecuencias. Intuyo que esta otra de las guerras nuestras puede tenerlas (si se hace caso omiso a las contraindicaciones: el soberanismo era un volcán dormido). Así que “virtud contra furor”, recomendaba Maquiavelo citando a Petrarca. La diplomacia española está de nuevo a prueba con otro afroproblema canario: no ya la descolonización del Sahara, ni los cayucos, sino este crudo episodio por los pozos que Repsol anhela, para cotizarse en la bolsa tras el calvario argentino. ¿Podría el presidente Paulino Rivero convocar una consulta sobre el petróleo como Artur Mas sobre el pacto fiscal?, pregunto. Pedro Ramos (director general de Relaciones Institucionales), que sabe la respuesta, me dice que sí, que ya mismo. Soria (un economista brillante, como confesaba en la intimidad Solchaga) ha logrado su trending topic con el decreto, pero entre todos debemos pacificar este nuevo Kandahar de odios africanos a la canaria, porque así no vamos a ninguna parte.
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El Kandahar canario > Carmelo Rivero publicado por Ricardo Herrera →