STEPHANIE IACOBELLI | Santa Cruz de Tenerife

La situación actual de inestabilidad laboral ha ocasionado que muchas personas queden en situación de desempleo. Muchas veces estos desempleados son también padres de familia cuyas mujeres trabajan. Estas circunstancias que se dan en muchas familias han ocasionado que los padres sean quienes tengan que quedarse al cuidado de los hijos.

Según la psicóloga Juani Mesa “no hay mal que por bien no venga” y la situación de desempleo que viven muchos padres de familia puede traducirse en una experiencia positiva en la que estos ven con normalidad una vida familiar más repartida y en la que las labores se hacen de forma equitativa.

“Que un niño vea que su padre lo atiende, le dé de comer, o lo duche se normaliza cada día más” explicó Mesa. Según la psicóloga, antes los padres estaban más ausentes y se dedicaban a sus empleos, pero ahora se da más la circunstancia de una responsabilidad compartida. Para ella, esto también es beneficioso para los niños puesto que interiorizan que una familia debe funcionar como una unidad en la que los deberes se reparten, lo que va a formar una generación más equitativa sin tener que realizar grandes esfuerzos y realizando todo desde la normalidad. “Lo que más educa es el buen ejemplo” añadió.

Mesa opina que estas tareas compartidas hacen que se fomente el verdadero modelo de familia, ese que ella define como un grupo de personas que se comprometen a cuidarse y a quererse, un grupo en el que las responsabilidades no deben delegarse en una sola persona sino en todos los miembros.

En referencia al hecho de que muchos padres puedan sentirse infravalorados por no tener un empleo asalariado, la psicóloga opina que no debería ser un problema porque siempre necesitamos aprender de nosotros mismos, ya seamos hombres o mujeres.

“El hombre que tiene una actitud amorosa hacia su familia hace estas labores con alegría, no tiene que causarles ningún trauma porque la virilidad masculina no va con un gran trabajo o un gran coche, ese es el error típico que ojalá tiremos a la basura” explicó.

Para Juani Mesa, el rol de un hombre en casa es el mismo que el de otro ser humano, es decir, que debe compartir con su familia y portarse como una buena persona que asume el papel que le corresponde en su núcleo familiar con amor.

Son muchos los padres que consideran que su autoridad, y el respeto que le tienen sus hijos, está basado en el miedo de estos a que su progenitor les imponga algún castigo. En opinión de la experta esto es otro error puesto que la verdadera autoridad, y el verdadero respeto, vienen determinados por la confianza y la credibilidad que tienen los niños hacia sus padres. Cuando un hombre se dedica a cuidar de sus hijos, le conocen mejor y el respeto, en lugar de perderse, se incrementa porque lo ven como una figura cercana y no como aquel personaje distante que es, simplemente, el cabeza de familia que pasa el día trabajando. Esta situación que se está dando actualmente no sólo refuerza el vínculo de los padres con sus hijos sino también los lazos afectivos en la pareja. Además, las mujeres al verse en la necesidad de que sea el padre quien cuide de los niños por motivos laborales, aprenden a delegar las tareas en su compañero y a confiar en él para que realice las actividades cotidianas.

En muchas familias se da una situación en la que las madres se relacionan con las emociones, dando lugar a una figura más comprensiva, mientras que los padres suelen manifestar una autoridad que crea una barrera con sus hijos. Para la socióloga, Martha Jiménez, esta cultura es una ficción porque tanto las madres como los padres deben crear vínculos de complicidad con sus hijos. Por tanto, la principal recomendación de la psicóloga es una actitud abierta ante esta situación para que pueda aprovecharse como una buena experiencia el hecho de ejercer, a plenitud, el rol de padre.

Mesa reconoce que conseguirlo requiere de un proceso de adaptación, pero con empeño cada persona encontrará su lugar en la familia que, en la mayoría de los casos, conlleva responsabilidades compartidas y muy pocas individuales.

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El Día del Padre

Este día nace para homenajear a todos aquellos padres de familia y con la intención de reconocer la paternidad responsable y amorosa. El Día del Padre se celebra en casi todo el mundo pero en fechas distintas.Así mientras que en la mayoría de países de Amé-rica es el tercer domingo de junio, en España, Portugal, Bolivia, Italia y Honduras la conmemoración tiene una connotación católica al coincidir con la festividad de San José. La jornada del pasado 19 de marzo, en España, ha sido designada por once organizaciones y colectivos de hombres españoles defensores de la igualdad de género y la corresponsabilidad como Día del Padre Igualitario.

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