mirándonos>

No quiero y sí quiero> María Montero

No quiero más mentiras en la sociedad. Tampoco quiero más deudas que no he creado. Aquí me planto. Y ya está. El que quiera seguir sosteniendo la matriz burocrática, que lo haga, y que asuma en solitario las consecuencias. Parece que los papeles están cambiados. Se tizna de loco al que se exilia voluntario del sistema, o así ha sido denominada comúnmente la matriz generadora de la estructura que da forma a la sociedad y que incluye supuestas normas de convivencia, de igualdad y justicia. Pero llegados a este punto, me pregunto quién quiere seguir siendo parte de un sistema que no funciona, a quién le interesa mantenerlo a pesar de poner en peligro millones de vidas por el desorden y la falta de rigor que acarreamos en todos los ámbitos sociales, y quién se erige salvador del sistema y aún quiere liderar conciencias humanas, y por otra parte, quién está dispuesto a reconocer las erratas del sistema y a soltar la matriz enferma para reconectarse a una sana, la cual se encuentra en los órdenes de la naturaleza.

El sistema virtual tuvo la habilidad de seducirnos con la posmodernidad, a costa del natural, y para ello cuestionó los órdenes vitales naturales y los volteó. Se le dijo al individuo cuál era su biorritmo, su reloj y fue predeterminado en lo que tenía que fingir y sentir, y así se produjo la desalineación de su pulso vital: el corazón dejó de gobernar la conciencia del ser humano y se decretó una vida impulsada por ondas cerebrales; eso sí, alienadas por la información generada por una alimentación desastrosa, estupefacientes y mecanismos mentales corruptos por el miedo, la ira, la violencia, la ambición y la mentira. Entonces, la sociedad, para mediar en tal enfermedad mediática, propuso conciencias alternativas y sanadoras y reflexivas ante los mecanismos anteriormente descritos, que trabajaran la realineación del individuo con el sistema, pero ¿con qué sistema?¿Se trata de que el individuo reconozca que se ha perdido de su propia naturaleza?¿O de crear falsas expectativas de solución dentro de un sistema y retener a individuos conscientes a través de mecanismos de control más sofisticados? Los mecanismos de control siempre han existido, y el individuo que se retira de tal manipulación es considerado loco por volver a la naturaleza. Y los locos que mantienen el falso sistema se creen cuerdos. Pero hay más de un sistema.

Hay sistemas dentro de sistemas. Hay una dualidad creadora permanente. Mientras que la naturaleza es un ejemplo de unidad, todos los miembros son reconocidos y cada uno tiene su lugar. En los otros sistemas, creados por la matriz virtual, el individuo carece de dignidad, y de recursos vitales para mantener con vida a sus hijos. No quiero deudas bancarias de 999 años para mis hijos. No quiero que mis hijos estén desalineados de su corazón. No quiero que nadie controle el cerebro de mis hijos. Y no quiero que se contamine el aire que respiramos. Y tiemblo con la especulación del sistema de experimentación Haarp americano, o el SURA ruso, y con el intento de dominio del equilibrio medioambiental. Y si se ataca a la matriz del planeta, se destruye la posibilidad del ser humano de autosalvarse, de realinearse con la pura vida. Y no quiero que esto suceda. Preguntemos a nuestros gobiernos, y a las administraciones implicadas en recavar los datos ambientales de cada país, dónde están los informes de contaminación, y qué medidas reales de protección se toman para mantener vivo el corazón de la tierra. Yo sí quiero estar alineada con mi corazón y el corazón del planeta, y dejar esta herencia a mis hijos. Y usted, ¿qué herencia dejará?