EUROPA PRESS | Manila

Un tribunal de Filipinas que se encarga de casos relativos a delitos de corrupción (el Sandiganbayan) ha ordenado este martes el arresto de la expresidenta del país Gloria Macapagal Arroyo, de su marido y de dos antiguos altos cargos gubernamentales.

Macapagal Arroyo, que se encuentra detenida en un hospital desde el pasado noviembre porque fue acusada de cometer un fraude electoral, en esta ocasión ha sido acusada de haber utilizado su cargo para impulsar en 2007 la aprobación de un acuerdo (valorado en 329 millones de dólares) para que la empresa china ZTE ofreciese servicios de conexión a Internet de banda ancha.

La expresidenta, que ejerció el cargo entre 2001 y 2010, se vio obligada a anular el contrato en 2008, después de que una investigación parlamentaria demostrase que algunos altos cargos gubernamentales habían recibido comisiones por ese acuerdo.

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, se ha comprometido a luchar contra la corrupción, un problema endémico que está afectando negativamente a las inversiones y a la economía en general. En esa lucha se enmarcan los procesos iniciados contra Macapagal Arroyo y contra el presidente del Tribunal Supremo, Renato Corona, que fue nombrado por la expresidenta y ha sido acusado de impedir que ella fuese investigada por delitos de corrupción.

La antigua jefa de Estado –que defiende su inocencia– y sus aliados afirman que Aquino ha tramado una venganza política contra ella.