Paulino Rivero Baute, presidente del Gobierno de Canarias, estuvo presente ayer en las gradas del Roberto Rodríguez Estrello. Frente a él, en el descanso, la Peña El Gallinero desplegó una pancarta pidiendo que los recortes a las ayudas al deporte sean menores, no sean tan drásticas. Yo sé, como sabemos todos, que la sanidad y la educación está por encima de todo.Eso es lo que mueve a un país, pero en estos tiempos de crisis, de recortes, de gente diezmada, sin ilusión, la alegría es una buena inversión. Ayer, durante dos horas, 2.000 personas no pensaron en la hipoteca, las deudas, los euros y los gastos y eso se debe reflejar en la sociedad. Ayer La Palma demostró que pone en el mapa la Isla Bonita jugando a baloncesto con rapidez y carácter y tiene razón al hablar de recortes y a quejarse. La Palma, durante dos horas, le cerró al boca a los que la llaman isla menor al vibrar y hacer tamblar el pabellón en el que juega. Enfrente, otra víctima de los recortes. El Canarias viene haciendo ingeniería económica cada curso. Cuenta cada euro, lo mira, valora si lo debe gastar y luego se decide. Ayer hizo que casi 400 personas cogieran un avión y durmieran una noche fuera de sus casas a pesar de que el dinero no sobra en ningún lado, excepto en casa de algún banquero y poco más. Los recortes, aunque muy justificados, deben meditarse bien. Sanidad, educación y felicidad, porque la gente del Canarias hoy amaneció sonriendo y la de La Palma espero que también, porque no paran, luchan, pelean y le callan la boca a los de la isla menor.