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Rojitas > Benito Cabrera

Argelio Rojas Sabina (1927-2001) perteneció a la generación de los timplistas que comenzaron a tocar por los años 40-50 del siglo XX. Fue uno de los pioneros en puntear el timple, junto con músicos populares de Tenerife como El Rubio de La Punta o Agrícola Álvarez.

Las primeras melodías que lograron hacerle popular navegaron a través de las ondas de Radio Club Tenerife, en un programa que se llamaba La Emisión del Gong. Argelio Rojas (cuyo apodo popular era Rojitas) asombró a todos con las melodías que salían de su timple: grandes obras de la música clásica que se combinaban con piezas propias compuestas por él. Se cuenta que la gente llamaba a la emisora diciendo que aquello que sonaba no podía ser un timple, ya que no era factible su ejecución con un pequeño instrumento de magos que, hasta entonces, sólo furrungueaba en las parrandas.

Rojitas comenzó a tocar por los escenarios sorprendiendo a todos con sus melodías. Grabó algunos discos de corta duración (por supuesto, ya imposibles de conseguir) con piezas como La marcha de los Timples o Vals. Piezas que sonaron en las emisoras de radio locales. Dada la dificultad de encontrar circuitos de actuaciones y teniendo en cuenta la difícil situación económica de la época, Argelio abandonó los escenarios y se dedicó a tocar ocasionalmente en círculos familiares y privados.

Pasados muchos años y abandonada casi toda actividad como instrumentista, Rojitas se dedicó a fabricar timples con excelentes resultados, así como a impartir clases de construcción de instrumentos.
Su aportación al timple fue de una gran importancia y no ha sido justamente dimensionada. A Rojitas le tocó vivir una época difícil, aunque supo dejar la estela de su magisterio y su pasión por la música desde sus grabaciones hasta los instrumentos que construyó.