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Tras la pista de Yéremi Vargas

MARTA PLASENCIA | Santa Cruz de Tenerife

Yéremi Vargas, de 7 años, jugaba con sus primos mayores en un solar entre la calle Perú y la calle Honduras. A solo apenas unos metros de la casa de su abuela y de su tía en la barriada de Llanos del Polvo, de Vecindario, en el municipio grancanario de Santa Lucía de Tirajana. Alrededor de las 13.30 horas, la abuela los llamó a gritos para que fueran a almorzar. Solo llegaron a la casa los primos del pequeño. Yéremi parecía haberse entretenido pero cuando lo fueron a buscar no había ni rastro de él. Inmediatamente, su madre, Ithaysa Suárez, acompañada por el resto de la familia, denunció los hechos, además, preocupados porque el niño sufre insuficiencias respiratorias y necesita medicación. Era sábado, 10 de marzo de 2007.

Al día siguiente, se desplegó un amplio operativo formado por la Guardia Civil y la Policía Nacional, al que se unió más tarde el Ejército; comenzaron la búsqueda junto con los familiares, amigos, vecinos y voluntarios por todo el municipio. Tras una pegada masiva de carteles con la cara de Yéremi, el 13 de marzo se ampliaron las labores de búsqueda a los municipios de Agüimes y San Bartolomé de Tirajana. Pero seguían sin rastro.

Un Opel Corsa blanco

Ayer se cumplieron cinco años de su desaparición. Aprovechando este triste aniversario y para “dar un nuevo impulso a la investigación”, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, encargada del caso, aportó pistas que no se habían hecho públicas.

Se trata de los indicios más sólidos que tiene el Cuerpo, que pretende con este paso reactivar el caso, que no caiga en el olvido y lograr la colaboración ciudadana.

¿Por qué no se habían dado antes? Los agentes encargados del caso habían preferido mantener en secreto hasta ahora estos datos para no enturbiar la investigación. Una de estas pistas es la presencia de un vehículo Opel Corsa tipo B de color blanco por la zona donde Yéremi Vargas desapareció. Tanto el día de autos como en jornadas anteriores, pero nunca después del secuestro. El teniente coronel Manuel Llamas afirmó que el vehículo era conducido por un hombre, joven, con una gorra.

Durante estos años de exhaustivas pesquisas, los guardias civiles se centraron en los propietarios de 2.000 vehículos de dicha marca. Hay que tener en cuenta que solo en Gran Canaria había 30.000 unidades de Opel Corsa blanco cuando ocurrió el suceso. Otro de los coches que centró la atención fue un Renault Clio negro, con “cristales posiblemente tintados” y con una pegatina de una margarita de color blanco en su parte posterior, que estuvo merodeando por el lugar. También levantó los recelos un Opel Corsa GSI. Esta operación de seguimiento de los distintos vehículos se denominó Corsario.

Búsqueda bajo el mar

En aquellos días se celebraba el Carnaval, al que acude gran cantidad de turistas, por lo que una de las hipótesis iniciales es que tal vez los secuestrara alguien extranjero. Pero el delegado del Gobierno por aquel entonces, José Segura, se mostró convencido de que Yéremi no había salido de la Isla debido a los inmediatos y obsesivos controles tanto en el aeropuerto de Gran Canaria como en los diferentes puertos, conocidos en el argot policial como operaciones Jaula.

El día 16, el operativo de búsqueda se extiende al litoral y un grupo de submarinistas busca alguna pista para dar con el pequeño.

El día 17, una semana después de su desaparición, más de un millar de personas formaron el mayor dispositivo desplegado jamás en Gran Canaria para buscar a una persona.

Durante esas horas, saltó la noticia de que la Guardia Civil había arrestado a una persona. Se trataba de un joven de 27 años que había llamado a la familia exigiendo un rescate de 6.000, pero fue puesto en libertad a los dos días al no guardar relación alguna con la desaparición de Yéremi.

Yéremi tenía siete años cuando no regresó de jugar en un solar cercano a casa de su abuela, en Vecindario, mientras estaba con dos primos suyos. / DA

Pederastas

La UCO reconoció en la rueda de prensa realizada esta semana que el principal móvil de su desaparición es de tipo sexual.

De hecho, durante este lustro los agentes han investigado, sin éxito, a 195 personas con antecedentes por delitos sexuales. La mayoría de pasaporte británico que se encontraban en la Isla de vacaciones. También se siguió la pista a reclusos que se encontraban de permiso en la fecha de los hechos. Pero nada. Ni tan siquiera con la ayuda de Interpol, el FBI, el SOCA británico o los Carabinieri italianos. Por mucho que se esforzaran los agentes de la UCO, no hallaban a Yéremi y sus captores.

Evidentemente, no se han descartado otros motivos como, por ejemplo, un accidente, un secuestro, el tráfico de órganos o, una de las hipótesis que cobró más fuerza en aquella temprana época, una venganza contra la familia.

No vale rendirse

Muchas manifestaciones y actos de apoyo se celebraron durante el mes de marzo de 2007 y los años siguientes para arropar a los padres y familia de Yéremi, aunque como suele ser habitual, con el paso del tiempo la atención mediática y social bajó de intensidad.

Sin embargo, su madre Ithaysa; su tía Milagros; su padre Juan Francisco y sus abuelos, Herminia y José, nunca han perdido la fe y nunca han dejado de buscarle. Creen firmemente que el chiquillo está vivo. Que lo han secuestrado, que alguien quiso quedarse con él.

Descartan también que su desaparición esté relacionada con el caso Kárate, sobre delitos sexuales a menores y que saltó a la opinión pública en marzo de 2010, ni con el hallazgo de restos óseos encontrados en un pozo de Jinámar. Todo corroborado por la Guardia Civil.

Ese mismo mes y año, se conoce el dato, aportado por la Policía Local del Ayuntamiento de Santa Lucía, de que hasta 2009 se habían recibido llamadas sobre posibles pistas del paradero del niño. A pesar de ello, la familia no se rinde.

Más de 200

Tras la comparecencia del teniente coronel de la UCO, Manuel Llamas, el pasado lunes y en solo 48 horas, se recibieron alrededor de 230 llamadas en el teléfono de contacto activado por la Guardia Civil (900 30 00 62). Además, durante las primeras 24 horas, según fuentes de la Benemérita, se recabaron pistas valiosas gracias a las primeras 90 llamadas.

También han llegado al correo electrónico de la UCO (uco-jeremivargas@guardiacivil.org) una treintena de emails aportando datos. Estas nuevas pistas están siendo ya investigadas con apoyo de guardias civiles de la Comandancia de Las Palmas.

Mucha gente se ha preguntado el porqué la Guardia Civil ha esperado cinco años para hacer públicas pistas tan importantes e, incluso, muchos lo han criticado duramente. Sin embargo, José Segura, delegado del Gobierno en Canarias durante la desaparición de Yéremi, tiene claro que si la UCO lo ha hecho es porque tiene algún dato importante. El político resaltó, además, que la unidad que se encarga del caso es “bastante seria” y que esto no lo ha hecho por hacer.

Además del teléfono de contacto y la dirección de correo electrónico, la Guardia Civil ha confeccionado un apartado especial sobre el caso de la desaparición de Yéremi en su web.

En la misma, y también ya colgado en la cuenta que el cuerpo tiene en Youtube, cualquier persona puede visionar un vídeo donde se muestran y explican todas las pistas dadas a conocer por la UCO, además del sospechoso itinerario de los vehículos implicados.

Por ejemplo, una mancha rojiza bajo la clavícula derecha o imágenes de la ropa que llevaba Yéremi en el momento de desaparecer: un pantalón pirata de color caqui, una camiseta marrón con letras grandes en color naranja con el siguiente enunciado Skhuaban Denim Works, unas botas de fútbol Nike modelo Total 90 blancas y doradas y sus gafas, de montura cuadrada, azules y con las patas amarillas.

“La investigación sobre la desaparición de Yéremi nunca se ha abandonado y está claro que toda decisión en la investigación tiene sus ventajas y sus inconvenientes”, explicó el capitán Felipe Pizarro, jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Las Palmas.

Lo cierto es que, cuando se le pregunta a los agentes del caso, siempre te dirán que Yéremi Vargas es una espina clavada que tienen.

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“Se echa en falta la difusión de una imagen digital del niño con la edad actual”

Sergio García es un reputado experto en Seguridad Ciudadana de Canarias. Con sus conocimientos y experiencia en investigaciones, opina que “la Guardia Civil, con buen criterio le ha dado un impulso importante al caso. Nos ha dado a conocer algunos pormenores de la investigación que no se habían desvelado hasta el momento”. García está de acuerdo en que es bueno interactuar con todos los ciudadanos, no solo con una parte muy concreta como se ha había hecho hasta el momento, para poder acceder a pistas. “Pero estos datos se tenían que haber dado a conocer desde el principio”, ya que en su opinión, ahora, cinco años después, no tendrán la misma efectividad. Una de las carencias que el encuentra en este nuevo paso de la Benemérita es que no se ha difundido “mediante los nuevos adelantos técnicos la imagen actual que podría tener el niño pasados cinco años. No debemos olvidar que a esas edades se producen cambios físicos significativos. Por eso son necesarios estos impulsos cada dos o tres años”. Además, afirma que en la actualidad hay tecnología que nos permite rastrear internet mediante reconocimiento facial computarizado y buscar imágenes de forma fiable, algo que podría ayudar a encontrar a Yéremi en el caso que haya una fotografía de él en la red. Sergio García también hace hincapié en acabar con el mito tan equivocado de esperar 24 horas para denunciar, máxime cuando se trata de menores de edad. A menor edad menos voluntariedad y, por tanto, mayor riego y peligrosidad. “En este tipo de casos, el autor del secuestro suele ser alguien que conoce la zona, bien por ser visitante o porque vive cerca o ha vivido, o trabaja por allí”, afirma.

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La madre de Yéremi Vargas, Ithaysa Suárez, durante la rueda de prensa ofrecida el jueves. / DA

“Necesitamos a nuestro niño”

La familia de Yéremi Vargas quiso también hacer recordar a la población que su niño sigue desaparecido. Durante una rueda de prensa que ofreció su madre Ithaysa, junto con el abuelo, José, y el capitán Felipe Pizarro, jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Las Palmas. “Necesitamos a nuestro niño, tenemos su cama vacía en casa”, pedía la madre, que después confesó que no hay noche que la familia no llore por la ausencia de Yéremi. “Estamos destrozados, han sido cinco años muy malos y él sé que lo está pasando muy mal”, prosiguió. Tantas son sus ganas de recuperarlo que también anunciaron que ofrecen una recompensa “generosa”, que la familia no ha querido cuantificar, a quien aporte una pista fiable sobre el paradero del niño. Ithaysa también explicó que tienen en cuenta la posibilidad de que alguien pueda ofrecer un dato falso y que dicha la gratificación económica se dará únicamente a quien proporcione alguna pista que permita la localización del niño. Y como vienen haciendo durante estos últimos cinco años, nunca, nunca, se rendirán.

“Vamos a seguir buscándolo el tiempo que haga falta”, insistió Ithaysa, a la vez que recalcó la importancia de que los ciudadanos colaboren en su búsqueda. Esta madre coraje también pidió a todos los medios de comunicación que continúen colaborando en la búsqueda de su hijo, al tiempo que negó algunas informaciones publicadas en algún medio según las cuales la familia habría obtenido dinero de algún medio por aparecer en él hablando del menor. “Ni se nos pasaría por la cabeza”, aseveró. Tal vez, una de las declaraciones más emocionales la protagonizó el abuelo del niño, José Suárez, cuando contó que, ocasionalmente, continúa buscando a Yéremi tal como hacía al principio, que ha mirado en numerosos lugares de la Isla y que lo seguirá haciendo.

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Otros casos

Juan Pedro Martínez. Nada se sabe de él desde 1986, cuando el camión cisterna que conducía su padre y que transportaba ácido sulfúrico sufrió un accidente en la bajada del puerto de Somosierra (Madrid).

David Guerreo Guevara. El llamado Niño pintor de Málaga salió de su casa en abril de 1987 para acudir a una galería de arte, pero jamás se le volvió a ver. Iba hacia la parada de guaguas, a 150 metros de su casa. Nunca llegó a subirse.

Virginia Guerrero Espejo y Manuela Torres Bujefa. Estas dos amigas, de 14 y 13 años, respectivamente, desaparecieron el 23 de abril de 1992. Vecinas de Aguilar de Campoo (Palencia), se fueron en ferrocarril a la localidad cántabra de Reinosa. La última imagen de ellas fue haciendo autostop para volver a sus casas.

Gloria Martínez. En octubre de 1992 desapareció de una clínica de Alfaz del Pí esta menor, de 17 años. Había ingresado en el centro para someterse a un tratamiento psiquiátrico.

Cristina Bergua Vera. El 9 de marzo de 1997, la joven de 16 años, vecina de Cornellá, fue a ver a su novio y, como dijo en declaraciones a la policía, la despidió y nunca más se supo de ella.

Josué Monge García. De 13 años, en abril de 2006 se dirigía a la casa de un amigo en Dos Hermanas (Sevilla), que estaba a 300 metros de la suya, en su bici. No hay noticias sobre su paradero.

Sara Morales. Tenía 14 años y se dirigía desde su casa en el barrio de Escaleritas, de Las Palmas de Gran Canaria, a un centro comercial, cuando desapareció sin dejar rastro.

Amy Fitzpatrick. De origen irlandés, regresaba a su casa, en Mijas (Málaga), después de visitar a una amiga. Tenía 15 años.

Ruth y José Bretón. Del paradero de estos hermanos, de 6 y 2 años, tampoco se sabe nada. Desaparecieron en Córdoba el pasado 8 de octubre y el padre permanece detenido como sospechoso de tal desaparición.

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