alemania >

Alemania gravará con un 41% los depósitos de capital germano en Suiza

EFE | Berlín

Las depósitos de capital alemán en Suiza de los últimos diez años serán gravados con hasta un 41 % de impuestos hasta 2013, según anunció hoy el ministerio federal de Finanzas tras la firma de un acuerdo fiscal entre Berlín y Berna.

Un portavoz ministerial informó de que la franja impositiva a esos capitales, considerados hasta ahora evadidos, oscilará entre el 21 % y el 41 %, por encima del acuerdo inicial entre ambos países que había situado la tasa de impuestos entre el 19 % y el 34 %.

Los herederos de cuentas no declaradas en Suiza deberán optar por que los fondos sean gravados con un impuesto de sucesiones del 50 % o bien fiscalizar la totalidad de la herencia ante la Hacienda alemana, lo que les obliga a revelar la existencia de todos los depósitos en Suiza.

El acuerdo impositivo alcanzado entre Berlín y Berna contempla además que futuros depósitos alemanes de capital en Suiza sean gravados con un 26,4 %, la misma tasa vigente en Alemania.

El acuerdo fiscal suscrito hoy por ambos Gobiernos en Berna deberá ser aun ratificado por el Bundesrat, la cámara alta alemana, en la que la oposición socialdemócrata y verde, que cuenta con mayoría, ha anunciado ya su resistencia por estimar que los defraudadores fiscales germanos pueden tener tiempo aun de mover sus capitales a otros paraísos fiscales antes de que el tratado entre en vigor.

La firma del acuerdo fiscal entre Alemania y Suiza se produce tras semanas de tensiones entre ambos países por la actuación de Berlín contra los evasores fiscales en base a datos obtenidos por filtraciones bancarias suizas, cuyas autoridades llegaron a acusar de espionaje a funcionarios germanos.

En marzo Suiza dictó una orden de arresto contra tres inspectores fiscales del estado federado de Renania del Norte-Westfalia (oeste de Alemania), a los que se imputa un delito de espionaje económico y vulneración de las leyes de secreto bancario helvéticas por la compra de un CD con datos de presuntos defraudadores germanos.

La presunta compra del CD, en febrero de 2010, se enmarcó dentro de una serie de operaciones parecidas, con las que Alemania pretendía perseguir a sus evasores, tanto en Suiza como en Liechtenstein.

El acuerdo bilateral contempla que los depósitos de ciudadanos alemanes en Suiza tengan al menos las mismas cargas fiscales que les sobrevendrían si se quedaran en su país.

El acuerdo contempla que, al margen de que se apliquen cargas fiscales parejas a las que quedarían obligados en Alemania, se preserve el anonimato de los depositarios.

Se estima que en los bancos del país alpino hay depositados entre 130.000 y 180.000 millones de euros de contribuyentes alemanes evadidos al fisco de su país.