CaixaBank insiste en la defensa del canje de preferentes tras el cambio normativo del producto

EUROPA PRESS | Barcelona

El presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, ha defendido de nuevo este jueves que no canjear las participaciones preferentes suponía minusvalías para sus titulares, a lo que el consejero delegado de la entidad, Joan Maria Nin, ha añadido que se ha buscado “dar la mejor solución a los clientes”.

En su discurso en la junta anual de CaixaBank, con numerosos asistentes de avanzada edad en la sala y una cuarentena de manifestantes en el exterior para protestar por las preferentes, Fainé ha insistido en el mensaje que lanzó en la presentación de resultados de 2011 sobre este producto que compraron muchos pequeños ahorradores asesorados por las entidades financieras.

Así, ha destacado que el cambio normativo producido el pasado año obligó a buscar soluciones lo menos perjudiciales posibles para los inversores, que pasaron a tener un producto poco líquido.

CaixaBank optó por la fórmula de canjear las preferentes en un 30% de su valor por bonos convertibles en acciones a mediados de junio de este año y de 2013 (la mitad cada vez), y en un 70% por deuda subordinada a diez años con un interés del 4% o del 5%, dependiendo de la emisión de preferentes a la que correspondan; una fórmula que aceptó el 99% de titulares de preferentes de la entidad, han recordado Fainé y Nin.

Ante intervenciones de hasta cinco accionistas para mostrar su preocupación por las participaciones preferentes –y una a favor de la solución tomada–, Nin también ha señalado que el canje aporta mayor liquidez y mejor rentabilidad que las participaciones preferentes tras la modificación de su normativa, aunque ha reconocido que este cambio legislativo ha sido “un problema” para el que las entidades financieras han debido pensar respuestas.

Dudas de trabajadores

Un accionista y representante de la Federació d’Estalvi de Catalunya –sindicato minoritario en CaixaBank– ha pedido menos retribuciones variables para los directivos dado el actual valor de la acción, y más información a la plantilla sobre la operación de Banca Cívica, sobre la que ha mostrado sus dudas: “No la vemos clara, porque CaixaBank era una de las entidades más saneadas”.

Ha alertado de que puede haber influido el deseo de convertirse en la principal entidad financiera española, y ha confiado en que ello no perjudique a CaixaBank.

Nin le ha contestado que la retribución de los directivos está por debajo del máximo fijado, y que CaixaBank no puede dar más información a los empleados sobre la operación de Banca Cívica que al conjunto del mercado.

Fainé ha defendido la fusión porque “en estos momentos, si no hay masa crítica no se puede continuar”, y ha añadido que en muchas entidades se han salvado empleos porque una entidad se ha hecho cargo de otra.

Un representante de UGT ha pedido presencia en el consejo de administración de CaixaBank de entidades representativas de intereses sociales, a lo que el secretario de la junta ha respondido que en un banco la representación debe ser de accionistas.