El Cabildo de Tenerife aprueba el Plan de Prevención de Riesgos

JESSICA MORENO | SANTA CRUZ DE TENERIFE

La Isla cuenta con el primer Plan Territorial Especial de Ordenación para la Prevención de Riesgos de todo el país, después de que el viernes pasado el Cabildo de Tenerife le haya dado el visto bueno definitivo a este documento que se viene elaborando desde 2006. Así lo dieron a conocer ayer en rueda de prensa el consejero insular de Sostenibilidad Territorial, José Antonio Valbuena, la consejera de Planificación, Pino de León, el director insular de Seguridad, Carlos González y uno de los responsables del plan, Pedro Valladares.

“Se trata de un plan novedoso, atípico, y que se realiza tal y como exige la normativa, con el fin de analizar la susceptibilidad de un cierto territorio con determinados riesgos”, indicó De León. Con este informe, las administraciones locales podrán consultar los espacios para su futura ordenación.

“El territorio tiene algunos riesgos y hay que convivir con ellos”, aseveró. Además, insistió en que no se trata de un documento de protección civil que diga cómo hay que actuar ante determinados incidentes, sino que evalúa ciertos riesgos en el territorio y la susceptibilidad de padecerlos, para que se pueda actuar y tomar las medidas correctoras oportunas.

Además, Valbuena añadió que, tras la elaboración de este texto, el Cabildo se reunirá con todos los alcaldes de la Isla para darlo a conocer y facilitar su consulta para las labores de planificación.

Las avenidas

En el documento de planeamiento se analizan, básicamente, cinco grandes riesgos para la Isla como son el volcánico, sísmico, por incendios forestales, dinámicas verticales e hidrológico. Así, como indicó uno de los redactores del plan, éste último es el que más puede afectar a Tenerife. “Según la historia de la Isla desde la conquista, el riesgo de avenidas es el que más pérdidas ha originado”, apuntó.

Del mismo modo, insistió en que este documento, una vez analizado el territorio, marca algunas recomendaciones y determinaciones vinculantes, al igual que precisa determinadas medidas correctoras para reducir el riesgo.

Para ello, el plan contempla unos mapas con zonas susceptibles de algún tipo de riesgo. A partir de ellos, los entes locales deberán definir con precisión el grado de vulnerabilidad al que se ven sometidos sus ciudadanos y sus bienes, para así poder prevenir determinadas circunstancias o establecer medidas.