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Es lo que hay > Jorge Bethencourt

Los gobiernos socialistas concedieron dos amnistías fiscales (en el 84 y el 91) y fueron puestos a parir por la oposición. El Gobierno conservador ha anunciado otra. Y está siendo masacrado por los socialistas. Esto es lo bueno de España. Que la ética es cambiante según estés en el gobierno o la oposición. O lo que es lo mismo, que todos estos irresponsables, cantamañanas y demagogos inquilinos de la partitocracia reinante lo mismo hacen un zurcido que un bordado en función de lo que convenga en cada momento.

Este relativismo posicional ayuda poco a serenar los ánimos de un pueblo que cada vez está más cansado, decepcionado y crispado. Las medidas económicas del Gobierno del PP son tan desesperadas que aterran. No sólo se tuvieron que comer el marrón del subir el IRPF y quedar como mentirosos antes de los dos meses de poner las nalgas en el sillón de la Presidencia. Para lograr la reducción de los al menos 40.000 millones que deben recortar de los Presupuestos Generales del Estado del 2012 no sólo tienen que perdonar a los evasores fiscales, reducir inversiones en obras, cerrarle el grifo a las autonomías y meterle una dolorosa mano al tamaño de la administración. Es que eso sólo es el principio. Anoten que antes de que cante el gallo de diciembre nos caerán muchas más calamidades. Lo más probable una nueva subida de la imposición indirecta y por supuesto de los impuestos especiales. Y no creo que acabemos el 2012 sin que se implante en casi todas las autonomías de este estado federal el llamado copago sanitario.

Después de tanta demagogia y tanto vendedor de crecepelo, se nos acabaron las excusas. La gente a la que hemos pedido tanto dinero nos tiene agarrados por los bajos. Y lo peor no es que les debamos la camisa, es que les seguimos pidiendo dinero. Pero toca pagar. Como Grecia. Como Portugal. Y como unos, antes, y otros, ahora, no han hecho más que engañar a la gente diciéndoles lo que no es y haciendo lo que no debían, es bastante probable que el personal se ponga de muy mala leche cuando la gasolina esté al precio del Chanel número cinco.

Estamos sólo al comienzo de un brutal ajuste que nos va a empobrecer para situarnos en la cruda realidad que nunca vimos. Que seguimos sin ver. Los nuevos ricos de Europa vamos a ser, otra vez, los viejos pobres. Lo que hay. ¿Y los bancos? Bien. Gracias.

Twitter@JLBethencourt