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Interior considera que la capacidad operativa de ETA está “muy diezmada”

EFE | Madrid

Medio año después del anuncio del cese definitivo de la violencia, el Ministerio del Interior considera que la capacidad operativa de la banda terrorista está muy diezmada y que ya no conserva grandes arsenales ni depósitos de armas con los que poder recuperar su actividad armada con garantías.

Desde que el pasado 20 de octubre ETA anunciara el fin de los atentados, los dos gobiernos, socialista y popular, han subrayado que la decisión de la banda fue fruto de la derrota de los terroristas y de la situación “agónica” en la que se encontraban sus comandos, gracias al trabajo implacable de las Fuerzas de Seguridad.

Hoy mismo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha repetido esta idea aunque ha reconocido que si hay una persona con una pistola y con intención de matar “es imposible de controlar”.

En declaraciones a la cadena Ser, el titular de Interior ha asegurado que el capítulo abierto hace seis meses es “esperanzador” pero ha advertido de que “no puede estar presidido por la ingenuidad”.

De hecho, los servicios antiterroristas españoles y franceses calculan que quedan unos 50 etarras en la clandestinidad aunque con una capacidad operativa muy disminuida debido a los sucesivos golpes sufridos por la estructura de la banda.

Pese a ello, Fernández Díaz alertó el pasado mes de enero que ETA estaba tratando de reconstruir su “aparato logístico” de forma “latente”, como demostraría, a su juicio, el material para fabricar artefactos explosivos intervenido a dos etarras detenidos semanas atrás en Francia.

Así, el ministro del Interior ha reiterado que el Estado de derecho “no está en suspenso” y que las Fuerzas de Seguridad del Estado seguirán actuando sin descanso.

Buena prueba de esta convicción son los trece etarras detenidos desde el anuncio de la banda, a los que hay que sumar otras tres personas arrestadas para cumplir condena.

La primera operación después del comunicado de ETA se produjo apenas una semana después, el 28 de octubre, cuando fue detenido en Bélgica el supuesto etarra Ventura Tomé Quiroga, sobre el que pesaba una euro-orden dictada por la Audiencia Nacional por varios atentados cometidos en los años 80.

En este dispositivo fue arrestado también Javier Agirre Ibáñez, que compartía piso con Ventura Tomé.

El 12 de diciembre de 2011, la policía francesa detuvo en Bayona a Josu Ezparza, presunto miembro de Ekin -el aparato político de ETA-, mientras que al día siguiente fueron arrestados en Saint Jean de Pied de Port Julen Mujika Andonegi e Ihintza Oxandabaratz.

El siguiente golpe contra ETA y primero del Gobierno del PP, tuvo lugar el 14 de enero de 2012 en el centro de Francia, cuando la policía gala detuvo a Jon Etxebarria Oiarbide -que figuraba entre los terroristas más buscados- junto con Íñigo Sancho Marco y Rubén Rivero Campo.

En el momento de su arresto se les intervino diverso material utilizado para la fabricación de artefactos, así como DNI y matrículas falsas y tarjetas de identidad de la Guardia Civil.

Fuentes de la lucha antiterrorista vincularon a Etxeberria Oiarbide con el tiroteo ocurrido el 16 de marzo de 2010 en el que perdió la vida el policía francés Jean-Serge Nérin, la última víctima mortal de ETA.

El 25 de enero, la policía francesa arrestó en la localidad vascofrancesa de Urrugne a Ernesto Prat Urzainki, incluido en la lista de los terroristas más buscados desde 2008, y que la semana pasada quedaba en libertad bajo fianza.

Además, el 21 de febrero, la Guardia Civil detuvo a Iñaki Igerategi Lizarribar y a Ignacio Otaño Labaka, quienes presuntamente recopilaban para ETA nombres de personas a las que se exigía después el llamado “impuesto revolucionario”.

Ya el 24 de febrero, fue detenido Oier Oa Puyol cuando circulaba en bicicleta cerca de Bayona.

En el momento de su arresto, portaba una mochila con documentación falsificada, un carné falso de la Guardia Civil y dinero en metálico.

La última detención se produjo el pasado 7 de marzo con el arresto en Francia de José Manuel Azkarate Ramos, sobre el que pesaban varias causas pendientes en la Audiencia Nacional, pero que fue puesto en libertad a las pocas horas.

Además de esta docena de detenciones, las Fuerzas de Seguridad han desmantelado dos zulos de ETA en España y Francia.

El 8 de diciembre, la Ertzaintza localizó un escondite de la banda en una zona de monte del Duranguesado, en Vizcaya, en cuyo interior había nitrato, polvo de aluminio, temporizadores y detonadores en buen estado, aunque se trataba de material antiguo.

Por último, el 10 de febrero fue descubierto otro antiguo depósito de armas en desuso en la localidad francesa de Capbreton, con veinte pistolas Herstal de 9 milímetros, ochenta subfusiles MAT-49 y MAT-10 y cartuchos.