J. F. JURADO | La Laguna

La concejal del área de Patrimonio Histórico de La Laguna, Julia Dorta, recordó este lunes que hay en vigor una normativa de accesibilidad integral desde hace más de una década que, sin embargo, “de un tiempo a esta parte, determinados establecimientos del casco histórico” no están cumpliendo, por lo que “se exponen a ser sancionados por ello”.

Dorta puso como ejemplo la reciente advertencia planteada, a través de un escrito dirigido desde su área, a una tienda de ropa de la calle Herradores que está ocupando parte de su fachada exterior con su material a la venta. “Poner mercancía por fuera da la apariencia de venta ambulante”, censuró.

Otra práctica que corregir, y más entendida que la anterior, es la presencia de pequeñas jardineras particulares en el exterior de algunas tiendas, así como que no se respeta la distancia mínima de la fachada requerida para las mesas y sillas al aire libre de bares, tascas y restaurantes, fijada en 0,90 metros. Dorta considera que estas irregularidades no “se ajustan al deseo compartido por todos de potenciar la calidad del casco”, una cualidad que “intentamos vender incluso a nivel internacional”.

Normas

La concejal lagunera de Patrimonio Histórico señaló que se trata de cuestiones a revisar “recogidas claramente” en la ordenanza de accesibilidad integral y en el propio Plan Especial de Protección (PEP) del casco. Dos documentos normativos con los que “tenemos que contar en todo momento si queremos seguir mejorando en calidad estética y accesibilidad general”, apuntó la edil, que reconoció que, en los últimos tiempos, la Gerencia de Urbanismo, responsable de la política sancionadora, se ha dirigido a distintos empresarios del centro histórico reclamando más rigor en el cumplimiento de estos dos documentos.

“Hay que corregir estas incidencias, este no es el camino”, advirtió Julia Dorta, quien se confesó molesta con la reacción que han tenido algunos de los empresarios advertidos en este sentido, pues en algunos casos, pese a que se les ha comunicado sus irregularidades, siguen sin corregirlas. “La estética, como la normativa, hay que respetarlas”, subrayó la edil de Patrimonio.