EFE | Jaén

Un jurado popular ha declarado hoy culpable de asesinato al hombre que mató a su mujer de diez puñaladas el 30 de enero de 2011 en La Caleruela, pedanía de Villacarrillo (Jaén).

El jurado ha considerado las agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco, mientras que no ha tenido en cuenta las atenuantes que pedía la defensa de arrepentimiento y obcecación, según ha señalado a Efe el abogado de la acusación particular, Juan Bautista Díaz de Corcuera.

Será ahora la jueza de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Jaén la que imponga una pena de cárcel que oscila entre los 22 años y medio, que solicita la fiscalía, y los 25 años de cárcel que pedía la acusación particular.

Durante el juicio, que comenzó ayer, el acusado, A.G.A., dijo que no recordaba lo sucedido, que era un hombre muy celoso y que su propia mujer le dijo antes de matarla que se había acostado con otro en su cama, afirmaciones que fueron negando los testigos que declararon durante la vista.

Según el relato de las partes, los hechos ocurrieron después de que el acusado junto con su hija menor fueran a recoger a la mujer a la estación de autobuses de donde regresaba de un viaje a Tarragona.

Una vez en la casa y después de que se fuera la hija, la víctima le dijo que se iba a separar y que se iría a vivir a Ubeda (Jaén), ante lo cual el acusado fue a la cocina donde cogió un cuchillo de grandes dimensiones.

Se dirigió al salón, hasta el sofá donde estaba sentada la mujer, y le asestó diez puñaladas, en las manos, el cuello y el pecho, causándole la muerte.

A continuación llamó a su cuñado y le dijo que había matado a su hermana, así como a una amiga de su mujer a la que le dijo que ya podía llevarle flores.

Por estos hechos, el Ministerio Fiscal solicitaba, por un delito de asesinato, una pena de 22 años y medio, diez años de alejamiento y prohibición de acercarse a menos de 300 metros de sus dos hijas, así como una indemnización de 60.000 euros para cada una de ellas.

A esa petición se adhirió la acusación ejercida por el Estado y la Junta de Andalucía, así como la acusación particular que eleva a 25 años la petición de cárcel.

Por su parte, la defensa modificó su petición solicitando cinco años de cárcel por un delito de homicidio con las atenuantes de obcecación y arrepentimiento.