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La crisis modifica los hábitos de consumo

Imagen de archivo de varias clientas esperando en la cola de la carnicería de un supermercado, en Santa Cruz de Tenerife. / DA

M. FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

La crisis ha cambiado los hábitos de consumo. La actual situación económica ha llevado a muchas familias a poner en marcha la llamada economía de guerra. Más de seis de cada 10 ciudadanos aseguraron haber cambiado sus costumbres para reducir el gasto en ropa, luz, alimentación, transportes, agua, gas y ocio, entre las que se incluyen las vacaciones, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

La prueba más palpable de este cambio es que el Gobierno ha reducido en 65 millones de euros las ayudas a los billetes aéreos de los residentes debido, precisamente, a que el año pasado se redujo el número de viajes, o dicho de manera más clara, los canarios viajan menos.

De hecho, el 66% de las familias ha cambiado sus costumbres en cuanto a las vacaciones, el 69% en lo que se refiere al control de la luz, el agua y la electricidad, y el 64% en todo lo que tiene que ver con ropa y calzado. En salud es donde los hogares son menos ahorradores, pero aún así, siempre según el CIS, casi uno de cada cuatro ciudadanos (23,9%) han aplazado algún tratamiento médico.

La bolsa de la compra también ha sufrido un cambio importante. Según el CIS, el 41,2% de los ciudadanos ha cambiado sus pautas, y donde antes compraban un filete de ternera, ahora compran pollo. El director del centro comercial Carrefour-Meridiano, Luis Pérez, aseguró que han notado un “crecimiento” importante de las ventas en lo que se refiere a productos de bajo precio. “No sé si han cambiado radicalmente los hábitos alimenticios”, explicó, “pero lo que sí es innegable es que se nota mucho que tiran los precios baratos”.

Según datos del Ministerio de Agricultura, entre diciembre de 2010 y noviembre de 2011, el gasto en alimentación en los hogares cayó un 0,6%, mientras que el consumo de alimentos descendió en un 1,6%. Además, las ventas de marcas blancas ya suponen el 35% del consumo. Lujos como el marisco y el pescado fresco o la ternera han perdido terreno frente a las conservas o productos como el arroz y las legumbres, según datos de Agricultura. Y es que, cuanto más empeora la situación económica mayor consumo de carne congelada (14,2%) en detrimento de la fresca como la de vacuno (el 2,5%) o el cerdo (3,85), siendo el consumo de pollo la única que se mantiene estable (0,3%).

Imagen de archivo de un molino de gofio, en la Isla. / DA

Según los datos del Panel de Hogares 2011 del Ministerio de Agricultura, un 44% de los encuestados reconoce que ha modificado la forma en que cocina debido a la crisis. La cesta de la compra se llenó de más hortalizas y verduras en 2001, un 3,7% más, mientras que la ingesta de pescado se redujo el 1,6%.

El consumidor es mucho más racional y consciente ahora de su situación económica. La compra por impulso ya ha pasado a la historia. Productos básicos como la leche, huevos, arroz o legumbres se cuelan más en la cesta de la compra, “pero no hay un excesivo consumo de los mismos”, afirmó Pérez.

El gofio, uno de los productos estrella de Canarias y sustitutivo de los cereales también se ha mantenido. “El que quiere comer sano y bien, no deja de comprar gofio”, señalaron desde la Molineta. “No hemos notado un descenso en el consumo, pero sí que la gente está más preparada y más educada” en términos alimenticios.

Incluso ahora que llega el verano y que el consumo de este alimento podría reducirse, desde la Molineta insistieron en que “al que le gusta el gofio, lo come tanto en verano como en invierno”.

En cambio, sí destacaron en esta empresa la repercusión que la sequía está teniendo en la Comunidad Autónoma, lo que podría tener el año que viene sobre los precios, “ya hay menos producción de cereales”.