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La policía analiza en un radio de un kilómetro restos humanos y materiales diseminados tras el siniestro del caza

EUROPA PRESS | Madrid

Agentes de la Policía Científica de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, apoyados por militares, están analizando en un radio de un kilómetro los restos humanos y materiales diseminados tras el siniestro del avión caza de formación que se ha precipitado este jueves en un descampado de Alcalá, ha informado a Europa Press un portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid 1-1-2.

Hasta el lugar de los hechos se han desplazado también seis dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid, que han asegurado la zona y han apagado los pequeños conatos de incendio provocados por la explosión del combustible del avión al caer.

No obstante, los bomberos, así como el personal del Summa-1-1-2 trasladado al lugar se ha retirado minutos antes de las 13 horas.

Según han informado fuentes militares, en el caza de formación viajaban dos personas, un capitán instructor de la patrulla Águila, y un alumno de cuarto curso de la Academia Aérea de San Javier (Murcia), que tenía planeado un vuelo que partía de esa localidad, pasando por Madrid para regresar a Murcia.

Sin embargo, por causas que ahora se están investigando, el avión se ha precipitado sobre un descampado de la zona, cercano a la cárcel de Alcalá-Meco. Según las mismas fuentes, la niebla y las nubes bajas de la zona han podido tener que ver con la precipitación del aparato.