opinión > Ricardo Melchior Navarro

Los barrancos de Güímar > Ricardo Melchior Navarro

El área del barranco de Badajoz y de otros de la cuenca de Güímar se ha visto sometido, a lo largo de las últimas décadas, a una intensa actividad extractiva, que ha dado lugar a un importante deterioro de toda esta amplia superficie de tierras.

La recuperación ambiental y paisajística de la zona, conforme al compromiso adquirido con los vecinos del municipio, es un objetivo irrenunciable para Cabildo de Tenerife, que viene trabajando en ello desde 2008, en colaboración con el Ayuntamiento güimarero y el Gobierno de Canarias.

Además del ya citado, la tarea emprendida tiene como objetivo el cese definitivo de las extracciones de áridos en esta zona del valle sureño y el cambio de la categoría del suelo, para que en el futuro concentre en exclusiva usos de índole agropecuaria. Estas actuaciones promovidas por la Corporación insular se realizan en el marco del respeto tanto a los ciudadanos de Güímar, que durante décadas han soportado una actividad agresiva con el entorno, como al Ayuntamiento y a todas las administraciones públicas que tienen competencia en el ámbito de los barrancos.

La notable complejidad jurídico-administrativa que ofrece este asunto, por la confluencia de leyes y planes de distintas administraciones, hace que desde el Cabildo estemos empeñados en lograr el máximo consenso posible, necesario entre todas las partes implicadas, siempre en el marco de la legalidad vigente. No hay otro camino. De ahí que impulsemos todas las actuaciones necesarias para conseguir el objetivo pretendido, como se evidencia en la intensa agenda de trabajo que venimos desarrollando, con la implicación del Parlamento regional, los gobiernos de Canarias y del Estado y el propio Ayuntamiento de Güímar.

Se trata de buscar una solución definitiva para esta importante zona de la Isla, que requiere el cese de la extracción de áridos, la restauración del paisaje y la canalización de los barrancos. Y no vamos a cejar en el empeño hasta alcanzarla. No obstante, conviene precisar que el Plan Insular de Ordenación de Tenerife (PIOT), nuestra principal herramienta planificadora, no genera el ámbito extractivo de Güímar, sino que se limita a contemplar la existencia de una actividad ya reconocida tanto por el planeamiento municipal como por resoluciones del Parlamento de Canarias y por instrumentos de ordenación del Gobierno autónomo.

Prueba de nuestra decidida voluntad por resolver este problema es la moción aprobada en la última sesión plenaria de la Corporación insular, que propiciará la inminente tramitación ante el Parlamento regional de una iniciativa legislativa. Hay que recordar la existencia de dos resoluciones de esa cámara, de 1997 y 1999, que instaban a que el Gobierno de Canarias ordenara y regulara la extracción de áridos en el Valle de Güímar, mandato que se cumplió en 2004. Por lo tanto, debe ser ahora el Parlamento la institución que se pronuncie, a través de la citada iniciativa legislativa que promoverá el Cabildo.

En definitiva, nos hallamos ante una cuestión que no tiene vuelta atrás. Comprometidos con el pueblo güimarero, protagonista de una actitud encomiable y unitaria a favor de la recuperación ambiental y paisajística de sus barrancos, vamos a seguir trabajando con ese fin.

En línea con la protección que hemos logrado para más de la mitad de la superficie total de nuestra Isla, el Cabildo impulsará todas las actuaciones necesarias para conseguir que esa zona de la geografía tinerfeña albergue una actividad exclusivamente agropecuaria.

Ricardo Melchior Navarro esPresidente del Cabildo de Tenerife