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PP rechaza definitivamente la comparecencia de los sindicatos en el Congreso para valorar la reforma

EFE | Madrid

La Comisión de Empleo del Congreso ha rechazado este martes por tercera vez y de forma definitiva aceptar la solicitud del PSOE y la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) de citar a sindicatos y asociaciones empresariales a comparecer para explicar sus puntos de vista sobre la reforma laboral, propuesta que han respaldado todos los partidos de la oposición y contra la que se ha impuesto la mayoría absoluta del PP por 23 votos en contra frente a 19 votos a favor.

La portavoz de Empleo del Grupo Popular en la Cámara baja, Carmen Álvarez-Arenas, ha justificado su negativa en que el PP ya se ha reunido con los agentes sociales en las últimas semanas, desde la aprobación del decreto ley de reforma laboral, y que las negociaciones mantenidas en esos encuentros se plasmarán en las enmiendas parciales que presente su grupo.

“El PP ha cumplido este trámite, estamos dispuestos como siempre a aceptar modificaciones por enmiendas. No estamos cerrados a ninguna de ellas, pero entendemos que está superada esta petición”, ha insistido la diputada, subrayando también el “respeto y la alta valoración” que el PP tiene respecto del diálogo social.


No llegaron a un acuerdo “como debía ser”

En este sentido, ha recordado que el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibió a los agentes sociales incluso antes de tomar posesión del cargo y les encargó que impulsaran el diálogo social, instándoles a conseguir un “acuerdo como el Gobierno entendía que debía ser”, al ser necesario acometer una “reforma urgente, rápida, global y coordinada” que “diera frutos en el medio plazo”.

Así, el acuerdo firmado por sindicatos y patronal el 25 de enero fue “valorado” por el Ejecutivo pero no fue suficiente, razón que llevó a aprobar una normativa que incluye aspectos importantes de dichos entendimientos, según Álvarez-Arenas, además de otras medidas que el PP considera necesarias. Por último, ha criticado a los socialistas por reclamar ahora lo que no aceptaron cuando, en 2010, aprobaron su propia modificación normativa.

La primera vez en democracia

Sin embargo, la portavoz de Empleo del PSOE, Concha Gutiérrez, ha recordado a los ‘populares’ que “ésta es la primera vez en la Democracia que una reforma laboral se impone sin someterla al diálogo social, sin ser negociada ni debatida, ni siquiera conocida previamente por los sindicatos y las asociaciones empresariales”.

“En anteriores reformas siempre se ha hecho, y este proceso podía concluir bien con acuerdos que se transformaban en proyecto de ley, con puntos de encuentro que se tenían en cuenta, o en desacuerdos en cuyo caso el Gobierno optaba por la solución legislativa que consideraba oportuna. Pero todos los gobiernos actuaron así porque el sometimiento previo al diálogo social es la única forma de respetar el mandato constitucional”, ha insistido.

Sin embargo, el PP ha “despreciado” al diálogo social al “no abrir ninguna mesa de negociación” y al legislar con medidas que “vulneran de forma flagrante la autonomía de las partes y los acuerdos alcanzados por empresarios y sindicatos en enero”. Finalmente, ha criticado la “urgencia innecesaria” con que se tramitó el decreto ley y lo ha interpretado como el guiño del Ejecutivo a “los sectores menos dialogantes de una de las partes”.

En la misma línea, su homólogo de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, ha argumentado que la comparecencia de los agentes sociales es necesaria porque la reforma “desmantela las reglas de juego clásicas de las relaciones laborales” y “no afecta sólo a los derechos individuales de los trabajadores, sino al propio papel de los sindicatos”.

Además, ha recordado que “las organizaciones sindicales y empresariales gobiernan día a día las relaciones laborales” y, pese a ello, “se las está oyendo sin escucharlas”, incluso “utilizando su nombre en vano” al decir en el Congreso que la reforma incorpora aspectos del acuerdo de enero sin que eso sea, a su juicio, cierto. “El Gobierno se ha apropiado de su contenido para justificar sus políticas pero lo han ninguneado en la plasmación de la reforma”, ha dicho.

Asimismo, Coscubiela ha afirmado que “no hay ningún motivo reglamentario o temporal que permita desaconsejar la comparecencia”, ya que la reforma ya ha entrado en vigor por lo que este trámite no retrasaría su puesta en marcha. “Sólo se me ocurre una razón por la que el PP se opone: que a lo mejor nos encontramos con la sorpresa de que nos dijeran que algunas cosas no son entendidas. O que viéramos el chasco de que existe encuentro entre sindicatos y empresarios que no es el que recoge la reforma”, ha zanjado, recomendado a los ‘populares’ hacer un uso “inteligente” de su mayoría absoluta.

No hay razones para el rechazo

En la misma línea se han pronunciado el resto de los grupos de la oposición. Así, Carles Campuzano, de CiU, ha coincidido con los ‘populares’ en que “era necesaria” una reforma con “cierta orientación” y que los acuerdos de enero no llegaban tan lejos como hacía falta en algunas materias, si bien eso no es óbice para que “los sectores más directamente afectados puedan comparecer para expresar sus opiniones, lo que siempre enriquece el debate”.

Tras defender que “es perfectamente compatible la urgencia del trámite con escuchar a los agentes sociales”, el diputado catalán ha pedido a las filas ‘populares’ que aceptaran la comparecencia porque “les permitiría expresar que su mayoría más que absoluta en esta Cámara es perfectamente compatible con el diálogo abierto con la sociedad”. “Eso expresaría mayor fortaleza política votar a favor que negarse a las comparecencias”, ha zanjado.

Por su parte, el portavoz económico de UPyD, Álvaro Anchuelo, ha reconocido que “es difícil encontrar ningún argumento en contra” de la comparecencia, que “en nada alteraría los plazos de puesta en marcha de la reforma”, al margen de que luego no se esté de acuerdo con las posiciones que defienden sindicatos y asociaciones empresariales.

Igualmente, la diputada de Geroa Bai, Uxue Barkos, ha dicho en nombre del Grupo Mixto que es “conveniente” escuchar a los agentes sociales por vías distintas que “el filtro del discurso mediático” y ha reconocido no comprender la postura del PP sobre este asunto.

Tras esta votación se han agotado las vías por las que los grupos de la oposición pueden pedir al partido que sustenta el Gobierno que acepte la comparecencia de los sindicatos, que tampoco consiguieron modificar la postura del Ejecutivo tras la reunión que mantuvieron el pasado viernes con la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Así las cosas, sólo queda por ver qué cambios en la normativa propuestos mediante enmiendas parciales acepta el PP en las próximas semanas.