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Un barrio entre viñedos al servicio del turismo etnográfico

Vista panorámica de las zonas de cultivo de El Lomo-La Padilla, en el municipio de Tegueste. / DA

J. F. JURADO | Tegueste

La zona del Lomo-La Padilla, en el municipio de Tegueste, destaca sobre todo por su estrecha vinculación con la agricultura y, muy especialmente, con el sector vitivinícola. Considerado uno de los espacios naturales más fértiles del área metropolitana, aquí viven unos 650 habitantes, la mayoría de ellos con fincas y bodegas a su cargo, tanto artesanales como embotelladoras. Un potencial que el Ayuntamiento de la villa quiere aprovechar para impulsar el atractivo turístico de la zona.

Así, por ejemplo, se ha habilitado ya un modesto itinerario destinado a los visitantes, denominado Travesía del Mar de Viñedos, que contribuye a realzar el paisaje vitícola de esta parte del municipio. A medio plazo también está previsto trazar un carril bici, de unos 4,5 kilómetros de longitud, que se situaría en paralelo a la vía principal que cruza el barrio. “La bicicleta es el medio de transporte a fomentar, dado que posibilita una práctica de vida sana mientras se va en busca de una bodega como manera de incentivar la compra de vino del municipio para llevar y tomar en casa”, apuntan desde la administración teguestera.

Partiendo desde La Padilla, donde habría un estacionamiento de vehículos y de recepción de bicicletas, comenzaría la futura ruta sobre ruedas por el Mar de Viñedos. “En este punto inicial habrá un puesto donde se podrá alquilar bicis, junto a la entrega de una cesta con garrafas para ser llenadas con el vino que se decida comprar a lo largo del recorrido”, propone el proyecto. La duración estimada del recorrido ciclista es de unas 3-4 horas. Dado el relieve prácticamente llano de la travesía, esta también estaría destina a la disciplina atlética.

En la ruta ya se han habilitado una serie de miradores, que ofrecen vistas panorámicas de los cultivos, una infraestructuras a la que próximamente se unirán fuentes y bancos de descanso. Se trata, en definitiva, de profundizar en el denominado turismo enológico, una actividad que pretende combinar todos los atractivos turísticos que en torno al vino pueden ofrecerse: rutas vinícolas, visitas a bodegas, degustaciones, gastronomía popular…

La ruta El Lomo-La Padilla representa uno de los principales y más transitados caminos rurales de Tegueste, ya no solo por las áreas poblacionales que comunica (La Padilla, Mederos, El Lomo, El Infierno y Las Toscas) sino porque es aquí donde se concentran los cultivo vitícolas mejor aprovechados del municipio.

La zona cuenta con otros atractivos y referentes, como por ejemplo la única escuela y vivienda de maestros antigua, construida en La Padilla en 1964. Un lugar que hoy sirve de improvisada iglesia, sitio de encuentro y celebración de cursos. Por su parte, la única plaza del barrio, recientemente remodelada, recibe el nombre del recordado vecino José Galván González, conocido popularmente como José el Chico, propietario de la que fuera la primera venta del barrio. En cambio, en El Lomo, la primera referencia que se tiene del barrio es del año 1501.

El Lomo cuenta desde finales de 2010 con el único local sociocultural sostenible del municipio. Se trata de un edificio de madera que parte de una arquitectura ecológica y destaca por su ahorro energético, la reutilización de aguas residuales y el uso de luz natural para iluminar su interior. Cuenta con una depuradora para tratar las aguas residuales que se generen, agua que se reutiliza posteriormente para el riego de los jardines de este local sostenible. Además, dispone de una serie de placas solares térmicas para calentar el agua, situadas en la cubierta del edificio. Las placas están compuestas por un sistema de intercambio y acumulación centralizada y un sistema de aporte de energía convencional auxiliar mediante electricidad.

Ermita para el núcleo

Los vecinos de La Padilla han tenido que esperar largos años para poder tener a su santo. Se trata de San Andrés, una imagen tallada por Ibrahim Hernández, uno de los imagineros más solicitados. Sin embargo, todavía no tienen ermita, ya que el barrio no cuenta con santuario propio. Para solucionar este déficit, los propios vecinos se han comprometido a aportar ellos mismos la financiación necesaria. Hasta entonces la sagrada imagen descansa en la parroquia del barrio anexo de El Portezuelo.

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Viticultores comprometidos con el desarrollo sostenible

Asociación Vitivinícola de Tegueste. / DA

Creada en el año 2005, la Asociación Vitivinícola de Tegueste (Avite) tiene su sede en la zona de La Padilla. Está presidida por Sotero Díaz y entre sus objetivos está fomentar y potenciar todo aquello que pueda estar relacionado con el sector del vino. Sus asociados, entre los que destacan las bodegas Marba y El Lomo y Vinos Blessed, también promueven el desarrollo sostenible del entorno de forma compatible con la utilización de las nuevas tecnologías en las labores vitivinícolas.

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