la columna > Manuel Iglesias

Un debate con poco fundamento > Manuel Iglesias

La propuesta para unificar los municipios gallegos de Oza dos Ríos y Cesuras, lleva generado desde que se anunció un notable entusiasmo en los foros informativos nacionales sobre la necesidad o conveniencia de disminuir el número de ayuntamientos existentes en España, casi siempre con la demanda del uso del “derecho” de la “autoridad competente” para zanjar las cuestiones de un decretazo.

Ese asunto aquí en Canarias no es nuevo, recordarán como hace solo unos meses nos metimos los políticos y la opinión publicada en una de esas discusiones tan apasionadas como estériles a los que somos aficionados en las Islas, respecto a la urgencia de una reorganización administrativa en el Archipiélago, suprimiendo ayuntamientos y corporaciones y creando lo que llamaban “menceyatos” como hipotética solución magistral. Hablamos, nos cansamos del tema y no se ha tocado más.

La polémica puede ser interesante, pero tiene mucho de absurdo legal, ya que no existe una manera de eliminar a los municipios para integrarlos en un ente administrativo mayor, salvo por un proceso de fusión en el que ellos estén de acuerdo. La teoría del ukase, del “por decreto”, que parecen apadrinar algunos, no tiene cabida legal salvo circunstancias muy extraordinarias.

Y es que la existencia de los municipios se refleja en la Constitución y no existe otra figura que se asemeje, por lo que el “menceyato” suena bien pero es una irrealidad comarcal, salvo que sea darle otro nombre a una Mancomunidad en la que los municipios siguen existiendo, sólo que delegan -y únicamente delegan- algunas competencias y facultades.

El Titulo VIII de la Constitución, que trata “De la Organización Territorial del Estado”, en su artículo 137 dice: “El Estado se organiza territorialmente en municipios, provincias y comunidades autónomas que lo constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses”. Un territorio tiene que estar obligatoriamente en estas representaciones políticas y legales y no hay más. No existe otra manera. Y fusionarse para hacer un municipio mayor será sólo si quieren.

Lo notable es que algunos de los que hablan de estos temas de “menceyatos” y racionalización administrativa, antes se han opuesto a la más que necesaria y sensata fusión Santa Cruz -La Laguna, dos entes urbanos que como los pueblos de Oza dos Ríos y Cesuras están ya unidos por la realidad poblacional.

Y más aún, también algunos de los protagonistas de ese atractivo llamamiento a una mayor unidad territorial, son los mismos que lanzaron campanas al vuelo y se felicitaron por todo lo contrario, por dividir un municipio y crear otro, el de El Pinar, en El Hierro, con menos de dos mil habitantes, pero nuevo alcalde, más concejales, etcétera.
Ya me dirán si este debate no da la impresión de algunos tienen falta de fundamento.