a mi manera > José L. Conde

Un espíritu combativo > José L. Conde

La última vez que hablé con José Domingo Gómez, recientemente fallecido y abogado de esta casa, me comentó la imperiosa necesidad de buscar ayudas y patrocinios para el festival MiradasDoc, de Guía de Isora, y evitar su desaparición. Tenía bien claro que si este año no se celebraba era el punto final de un proyecto cultural que, año tras año, iba sumando cotas de prestigio dentro de un mundo, el de los documentales, que no goza de gran seguimiento popular. Sin embargo, en la pasada edición la participación del escritor y periodista Eduardo Galeano provocó el colapso del casco de Guía de Isora. Pocos días más tarde, el propio José Domingo, un gran aficionado al mundo del deporte y, especialmente, del fútbol, participaba en un debate de MiradasDoc con el televisivo Michael Robinson, el propio Galeano, Juan Manuel Lillo, exentrenador del Tenerife, y el director del festival de documentales, Alejandro Krawietz. De nuevo se llenó el Auditorio de Guía de Isora para hacer las delicias del público con anécdotas y curiosidades de este mundo que despierta la más universal de las pasiones. José Domingo Gómez sabía de la preocupación del alcalde, Pedro Martín, por este festival de Guía y de las acciones que desde algunos ayuntamientos tinerfeños -que no viene al caso nombrar- dirigidos tanto por Coalición Canaria como por el PSOE o en coalición, se estaban dando para arrebatar este encuentro cultural y celebrarlo en otros puntos de la Isla. Actitudes que dan pena y que se repiten en esta tierra cada vez que un evento traspasa nuestras fronteras, pero que demuestran que es más fácil copiar que emprender nuevos proyectos. En definitiva, actitudes negativas como las que expresaba Galeano, de que “se juega sólo para ganar y no para jugar”. Sin embargo, la persistente actitud y el afán de Pedro Martín ha logrado acuerdos con el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife, que garantizan la celebración de la VII Edición del Festival Internacional MiradasDoc. No obstante, de momento hay que seguir trabajando para lograr fondos porque el problema presupuestario, aunque se ha reducido a la mitad el coste, no se ha solucionado. Será un festival más austero. Cada año lo iba siendo, pero por fin desaparece la espada de Damocles que pendía sobre él.

José Domingo Gómez se hubiera alegrado de este acuerdo. Se hubiera alegrado también de que su amigo Pedro Martín fuera capaz de alumbrar las sinergias para recuperar el festival, y se hubiera alegrado también, por los isoranos y por el Sur de Tenerife, donde nació este prestigioso abogado y gran ser humano. Su repentino fallecimiento hará que este año no se cuente con su presencia. Sin embargo, su espíritu combativo sí estará presente, ahí y en otros muchos ámbitos. Este es su legado.