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Abran paso a ‘el Jefe’

BRUCE SPRINGSTEEN
El artista combinará sus éxitos con temas de su último álbum. / D. CLINCH

SANTIAGO TOSTE | Santa Cruz de Tenerife

Las Palmas de Gran Canaria vive este martes una cita musical histórica. Será a partir de las 21.00 horas cuando comiencen a escucharse los primeros compases de Wrecking Ball, la gira mundial de Bruce Springsteen -un tour que recibe su nombre del disco publicado el 6 de marzo-, donde el artista norteamericano llega acompañado de la ya mítica E Street Band. Además, se da la circunstancia de que esta gira y este disco también quieren ser un tributo a la memoria de Clarence Clemons, el inconfundible saxofonista de la banda, que falleció el 18 de junio del año pasado.

Rock and roll de alto voltaje, lleno de influencias y donde tampoco va a faltar una carga de denuncia social, es lo que les aguarda a todos los afortunados que se hallen mañana por la noche en el Estadio de Gran Canaria. Si tenemos en cuenta el precedente que aportan las actuaciones anteriores, el espectáculo se situará en torno a las tres horas de duración, lo que dará la oportunidad de contemplar a The Boss y sus músicos interpretar alrededor de una veintena de canciones.

Hay un elemento muy significativo que, sin lugar a dudas, no va a pasar desapercibido para nadie. El concierto de mañana en Gran Canaria no será muy diferente en cuanto al despliegue logístico, a los recursos técnicos y humanos, y en suma, a las infraestructuras empleadas, a cualquier otro de los de Springsteen y la E Street Band en Estados Unidos o Europa. Así lo han subrayado desde LM Producciones, que ha sido la encargada, junto a Doctor Music, de traer al músico al Archipiélago.

Los recursos

Y es que las cifras llegan incluso a marear. Son precisos 28 camiones para transportar las 300 toneladas de material necesario. Con la gira viajan más de 120 personas, a las que se suman otras 500 en cada concierto y unas 250 encargadas de la seguridad. También medio millar de personas asumen el montaje y desmontaje del escenario, un proceso que dura seis días, mientras que toda una jornada es lo que se necesita para cubrir el césped de cada estadio. Para alimentar a todo este operativo, el catering local elaborará aproximadamente mil menús.

La superficie del escenario abarca 800 metros cuadrados, “la más grande acometida jamás en las Islas para un espectáculo en directo”, apuntan en LM Producciones, a lo que agregan los 60 metros de boca y sus cerca de 24 metros de altura. Asimismo, para la puesta en pie de la actuación se emplearán 120.000 vatios de sonido y otros 600.000 de iluminación.

Iniciada el pasado marzo, Wrecking Ball ha recorrido casi una veintena de enclaves de Estados Unidos, de Este a Oeste, y con escenarios tan relevantes como el Madison Square Garden o el Los Angeles Memorial Sports Arena. En España, tras Sevilla y Las Palmas de Gran Canaria, Springsteen dará el jueves y el viernes dos conciertos en Barcelona, para visitar luego Alemania y Holanda y, ya en junio, volver con dos conciertos, en San Sebastián (día 2) y Madrid (17).

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Nunca se repite

Una de las características más singulares que conforman esta gira mundial, que arrancó el pasado 9 de marzo en el mítico Teatro Apollo de New York, en pleno corazón de Harlem, es que ningún concierto es exactamente igual al anterior. El propio Bruce Springsteen decide momentos antes de comenzar cada actuación cuál va a ser el repertorio que junto a la E Street Band ofrecerá esa noche a sus incondicionales. Incluso hay ocasiones en las que el programa se va modificando cuando la música ya ha comenzado a sonar. En todo caso, esta serie de conciertos ha sido concebida con la voluntad de no defraudar a nadie. De manera que  a la interpretación de muchas de las canciones que figuran en Wrecking Ball, el álbum número 17 en la discografía del artista de New Jersey, se le une un intenso repaso a los grandes éxitos.

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