POR DOMINGO NEGRÍN MORENO

Susana no se olvidará tan fácilmente de la entrevista. Más que nada, porque es la primera que le hacen en un medio de comunicación. Esta concejal del PP en La Laguna rentabiliza el sentido del humor pese a que no gana para disgustos.

-¿A qué se dedica como concejal del PP en La Laguna?

“Ahora mismo tengo todo el tiempo del mundo. Es que me quedé en el paro”.

-¿Dónde trabajaba?

“Trabajaba en el servicio 010 de atención telefónica del Ayuntamiento. Era la supervisora y no me renovaron el contrato porque salí elegida concejal del PP”.

-¿Cómo fue que se metió en el lista electoral?

“Hace diez años empecé a colaborar en el barrio…”

-¿En qué barrio?

“En San Jerónimo, de Taco. Soy de allí de toda la vida. A través de Chago, que es policía nacional, me hice coordinadora de zona. Cuando se acercaron las elecciones, me llamaron. La primera sorprendida fui yo, porque conocía a Pedro [Suárez, presidente del PP en La Laguna] desde hacía poquito. Un día nos reunimos y me preguntó si podía contar conmigo para las listas. Y le dije que sí sin pensar que iría en el número cinco”.

-Y entraron seis.

“Sí”.

-¿En qué consiste la renovación?

“En que todos somos nuevos, sin rodaje político, excepto Pedro y Ramón. Es cuestión de aprovechar las ganas de cumplir el compromiso con los ciudadanos”.

-¿Cuál es el margen de actuación de la oposición?

“La actividad en el Ayuntamiento es casi nula”.

-¿No les gusta trabajar o qué?

[Risa] “Es que no nos dejan. Tenemos que esperar a los plenos, porque no se están convocando comisiones. Yo solo voy a las de música, sobre las actividades culturales de cada mes. De resto…”.

-Con la música a otra parte…

“Jajajaja…”

-Igual reciben veinte decretos de la noche a la mañana…

“¿Veinte? La última vez fueron 1.245 decretos”.

-¿De golpe?

“Nos los dieron un martes para el pleno del jueves. Es una barbaridad”.

-¿Se amontonan las promesas?

“Yo creo que sí. A mi puerta toca mucha gente desencantada”.

-¿No ha notado la decepción por los ajustes de Rajoy?

“La decepción solo la percibo cuando oigo las noticias”.

-Por eso no se preocupe, que pronto habrá otra RTVE…

[Risas] “En mi barrio, los vecinos entienden por lo general que hay que tomar ciertas medidas para salir de esto”.

-¿El cambio que ofrecía el Partido Popular es calderilla?

“No. Y hablo desde el lado donde se encuentran miles de españoles, en el de los parados. Cuando todo el mundo estaba bien no le importaba que el otro estuviera mal. Ahora, cuando te piden que hagas un esfuerzo para que tu compañero de trabajo no se quede en la calle, montas un pollo que… Me gustaría que hubiera mucha conciencia de país”.

-¿Es verdad que en las cajas de caudales solo había telarañas?

“¡Imagínate!”

-La confianza se ha vuelto recelosa…

“Es muy pronto para ver resultados. Si no hubiésemos estado nosotros, estaríamos aún peor. Nos merecemos un voto de confianza”.

-¿El Estado del Bienestar está en el desguace?

“Está en estado crítico”.

-¿El equipo de gobierno conduce en dirección contraria?

[Se resiste a contestar. Sabe que es una alusión a la concejal que fue pillada cuando cometía una grave infracción de tráfico. Respira hondo] “Me habían dicho que esta entrevista no era tan seria [risas].Yo pienso que se podría cambiar de sentido”.

-¿Hace falta un buen conductor?

“Sí [risa]”.

-Y un copiloto que preste atención, ¿no?

[Asiente con la cabeza] “La labor del copiloto es que esté pendiente de que tú no te vayas al barranco”.

-¿La reposición de papeleras se ha ido a la basura?

[Risas] “Yo no pedía la reposición de papeleras, sino que se adaptaran. La noticia se sacó mal”.

-¿En qué quedó?

“Que era imposible adaptar un cenicero a una papelera”.

-¿Todas las mociones son tan emocionantes?

“Ya te digo, es que no hay actividad política real. Bueno, la de la limpieza de la Mesa Mota se aprobó por unanimidad”.