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Concierto canario > Francisco Pomares

Paulino Rivero ha vuelto a elegir su blog dominical para hacer una propuesta política, de esas que no hace en el Parlamento, ni en las reuniones de Coalición, ni en los encuentros monclovitas. Rivero parece decidido a convertirse en un político 3.0, y no porque aspire a un tercer mandato (que aspira), sino por haber descubierto las ventajas de la red: puede uno mandar escribir lo que quiera, que la red lo aguanta todo, y no tiene que dar respuestas, porque de filtrar las preguntas ya se encargan los plumíferos amanuenses que le llevan el blog. Y además puede elegir el día para presentar sus ideas: es curiosa esta afición de Rivero a largarnos su encíclica en el día del Señor, herencia sin duda de pasadas lecturas editoriales mal digeridas. Ahora que hasta Pepe Rodríguez escribe a diario y en colorines, el blog dominical del presidente se ha convertido en cita virtual de las redacciones de guardia. Todos los domingos, en medio del recuento de goles, acude el personal al blog de Paulino a ver si con sus nuevas salva la página de Canarias.

La del último domingo es buena: Rivero exige al Gobierno central que pacte con el Archipiélago un sistema de financiación específico para las Islas, un concierto propio al margen del marco autonómico general. Rivero explica que debe ser “un sistema nuevo que nos haga justicia”, porque Canarias resulta muy perjudicada con el reparto en los Presupuestos. Por eso solicita Rivero del Gobierno de la nación que Canarias disponga -como Cataluña y el País Vasco- de un sistema singular, que sea diferente del de las demás comunidades autónomas “en función de nuestra condición de territorio alejado y diferente”. Dice Rivero que esa sería la solución de nuestros problemas porque “con un sistema de financiación propio no tendríamos que adoptar algunas de las decisiones -duras- que hemos tomado en las últimas semanas” (sic).

Y digo yo que lo importante no será si el sistema es propio, común, o mediopensionista, sino cómo se dota. Es verdad que los vascos tienen un sistema foral desde tiempos de los Reyes Católicos, un sistema que Cataluña perdió a principios del siglo XVIII, y que sobre el papel recuperó con la Democracia.

Pero los catalanes insisten en que el concierto no resuelve sus problemas. Porque la clave no es crear un marco legal distinto, sino qué se mete dentro del que haya. Para negociar eso es para lo que se eligió a Rivero. Y la reunión en Moncloa era el momento de hacerlo. Un momento desaprovechado, por cierto.