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El Arquitecto Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2012

Imagen de archivo del arquitecto navarro Rafael Moneo. | E.P.

EFE | Oviedo

El navarro Rafael Moneo (Tudela, 1937), uno de los arquitectos españoles más internacionales y que más polémicas ha generado con sus proyectos, suma hoy a su extensa lista de galardones el Príncipe de Asturias de las Artes.

Desde que en 1961 ganara el Nacional de Arquitectura, hasta que fue nombrado académico de Bellas Artes de San Fernando, Moneo ha sumado los más importantes premios de arquitectura, desde el Pritzker de Arquitectura -considerado el Nobel de esta disciplina- en 1996 al europeo de arquitectura contemporánea, Mies van der Rohe, en 2001.

Atesora también la Medalla de Oro de la Unión Internacional de Arquitectos, 1996 o la Medalla de Oro de la Arquitectura 2006, entre otros.

En España cobró notoriedad por la ampliación del Museo del Prado; la remodelación de la estación de Atocha; del Museo de Arte Romano de Mérida; el Kursaal de San Sebastián; la ampliación para el Museo Thyssen de Madrid; el Auditorio de Barcelona, o la remodelación del aeropuerto de Sevilla, entre una larga lista de obras.

Académico de Bellas Artes desde 1997, en la que ingresó en 2005, otras de sus obras son la sede del Bankinter de Madrid; la Fundación Miró de Palma; la nueva Maternidad de O’Donnell, de Madrid o la catedral de Los Ángeles.

Nacido en Tudela (Navarra) el 9 de mayo de 1937, de padre ingeniero industrial, estudió con los Jesuitas y obtuvo su licenciatura en 1961 en Madrid.

Ya antes, entre 1958 y 1961, había trabajado como estudiante en el estudio del arquitecto Saénz de Oíza y después, en Dinamarca, para Jorn Utzon, el autor, entre otras, de la ópera de Sydney.

También ganó, en 1970, la Cátedra de Elementos de Composición en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y fue profesor invitado en las universidades de Lausanne, Princenton y Harvard, donde fue profesor entre 1984 y 1990, justo antes de volver a España.

Es autor también de la adaptación del Palacio de Villahermosa para albergar la colección de los barones Thyssen, donde la disposición de las pinturas se hace siguiendo un movimiento circular ideado por el arquitecto.

Moneo es también el artífice de la ampliación del Museo del Prado con el claustro de la Iglesia de los Jerónimos, un proyecto que incluía la construcción de un gran “cubo” que fue muy criticado, por lo que se vio obligado a introducir algunas modificaciones.

El proyecto definitivo -con el que el Prado ganó 17.000 metros cuadrados- fue aprobado en enero 2000 y en noviembre de 2001 se adjudicaron las obras con un presupuesto de casi 43 millones de euros.

Los recursos contra esta ampliación del Prado continuaron por parte de la Asociación de vecinos del barrio de los Jerónimos y llegaron hasta el Supremo que, finalmente, dio luz verde a las obras en diciembre de 2002.

Una de sus obras más representativas, junto a la ampliación del Museo del Prado, es el Kursaal de San Sebastián, inaugurado en 1999, al igual que el Auditorio de Barcelona.

El Kursaal, que alberga un auditorio, una sala de exposiciones y salas para congresos, consta de dos grandes cubos de cristal traslúcido, “marca de la casa” del arquitecto.

A partir del año 2000, además de la madrileña maternidad de O’Donnell, se hizo cargo del Museo de Arte Romano de Mérida y de la nueva sede del Gobierno de Cantabria.

Es también autor de la reconstrucción del Palacio de los Reyes de Navarra, sede del Archivo General; de la ampliación del Banco de España y de la remodelación de la plaza del Mercado Grande de Ávila con dos nuevos edificios, proyecto que generó críticas incluso del Comité del Patrimonio de la UNESCO, que pidió su reconsideración.

También hizo la ampliación del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, en 2005, y la Biblioteca de la Universidad de Deusto-Bilbao.

Su obra más abstracta, iniciada en 2006, es la iglesia del barrio de Riberas de Loiola en San Sebastián, en la que la modernidad va unida a la recuperación de elementos tradicionales de la arquitectura cristiana.

Moneo es responsable también de la rehabilitación del Castillo de Zamora, fortificación del siglo XII; del auditorio de Pollensa, en Mallorca, del nuevo Palacio de Congresos de Zúrich y del Museo del Teatro Romano de Cartagena.

En 2010 fue inaugurado el Hotel Reina Petronila de Zaragoza, año en el que publicó “Apuntes sobre 21 obras”, una selección de cuarenta años de sus trabajos, donde Moneo apuesta por una arquitectura de sostenibilidad, que consiste según sus propias palabras en “volver a una arquitectura que no olvida los criterios de racionalidad”.

En la actualidad sigue trabajando en grandes proyectos aunque reconoce que le gustaría volver a los “de casas”, de viviendas.

El jurado dice que Moneo “enriquece los espacios urbanos”

El jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Artes señala en el acta del fallo que ha hecho público hoy en Oviedo que la obra del galardonado de este año, el arquitecto Rafael Moneo, “enriquece los espacios urbanos”.

El acta define a Rafael Moneo como “arquitecto español de dimensión universal” y añade que su arquitectura es “serena y pulcra”.
“Maestro reconocido en el ámbito académico y profesional, Moneo deja una huella propia en cada una de sus creaciones, al tiempo que conjuga estética con funcionalidad, especialmente en los interiores diáfanos que sirven de marco impecable a las grandes obras de la cultura y del espíritu”, concluye el jurado.